Usuarios del geriátrico municipal de Ciutadella, en una imagen de este viernes. | Josep Bagur Gomila

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El Ayuntamiento de Ciutadella ya cuenta con la base para la reforma y ampliación del geriátrico municipal con el espacio que dejará libre la salida de la Clínica Menorca del edificio. Una actuación que permitirá seguir implementando el actual modelo de atención residencial, pero con unas instalaciones mejor adaptadas para los retos de futuro. Así lo anunció este viernes la alcaldesa de la ciudad, Joana Gomila, quien avanzó que se ha procedido a la aprobación de un anteproyecto que permitirá que se pase de las 60 plazas actuales a 86.

La actuación no será suficiente para cubrir la lista de espera existente. Actualmente existen 62 personas del municipio en esa situación, a las que hay que sumar otras 17 que, a través de la ley de dependencia, han pedido plaza específicamente en ese geriátrico. La demanda es mayor si se tiene en cuenta el total de personas que esperan plaza en Menorca a través de la dependencia, 162.

La presentación del anteproyecto de ampliación por el gobierno municipal de Ciutadella. | Foto: Josep Bagur Gomila

Más habitaciones individuales

Las líneas básicas de la actuación, más allá de la redistribución, que elimina las habitaciones triples, pasan por las mejoras en las salas de fisioterapia, peluquería y logopedia, entre otras. El proyecto apuesta por crear espacios más pequeños de convivencia para los residentes. También se prevé reconvertir la parte trasera antes dedicada al aparcamiento de la Clínica Menorca en una zona verde para potenciar las actividades al exterior. Una de las grandes novedades es la habilitación de espacios de respiro, es decir, habitaciones destinadas a estancias temporales como apoyo a los familiares.

Diez millones y obras en 2024

Se estima que dichas actuaciones costarán algo más de 8 millones de euros, una cifra que ascenderá a los 10 millones, ya que se rehabilitará la zona exterior y se acondicionará la plaza de Sant Antoni para convertirlo en «un espacio más amable». El Consistorio ya ha mantenido conversaciones con el Consell y el Govern para buscar vías de financiación. Desde el Ayuntamiento recuerdan que se enfrentan al reto de actuar en un edificio que está protegido y al hecho de que las obras habrá que ejecutarlas con los residentes dentro.

Aunque por el momento prefieren no hablar de plazos. La hoja de ruta podría ser la siguiente. La intención es que en 2023 se redacten las bases del concurso para adjudicar el proyecto básico y ejecutivo, con la vista puesta en que las obras pudieran comenzar en 2024, aunque sería «hacia el final de ese año», puntualiza Gomila.