Uno de los invernaderos que resultaron dañados por la granizada.

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Agrame, la asociación de empresarios ganaderos de Menorca, ha solicitado formalmente al Consell que habilite ayudas extraordinarias urgentes para que las fincas afectadas por la granizada del pasado 18 de agosto puedan hacer frente al coste de los daños y las pérdidas ocasionadas. Después de una primera valoración con sus asociados cifra entre 7.000 y 100.000 euros los daños por finca.

La tormenta descargó con más fuerza en Maó, Sant Lluís y Alaior, pero Agrame tiene constancia de daños en explotaciones de Ciutadella. Una de las fincas consultadas ha perdido nueve hectáreas plantadas de maíz que pensaban recoger en septiembre para la alimentación del vacuno. Otra ha perdido 20 hectáreas de hortalizas y frutas, con la afectación directa para el personal contratado para la campaña de recogida.

Invernaderos y cosechas dañados

Los daños en instalaciones incluyen la rotura de cubiertas de pajares, establos, garajes, cubiertas de invernaderos y canales de recogida de aguas pluviales. Los que afectan a frutas y hortalizas se centran en la pérdida total de la cosecha de aceitunas y árboles frutales, sembrados de melón, sandías, pimientos, tomates y berenjenas. En cuanto a la alimentación del ganado, los daños se centran en el almacenamiento de forrajes, donde la humedad causa hongos y parásitos,y en la cosecha de maíz, sorgo o siambasa.

Agrame apela a la «sensibilidad y solidaridad» del Consell, por eso han pedido al conseller Josep Pastrana que se adopten medidas equiparables a las habilitadas para el cap de fibló que recorrió la Isla en octubre de 2018 o la DANA de septiembre del año pasado.

«El Consell como administración que ostenta las competencias de Agricultura no puede dejar de lado a estos agricultores y ganaderos ante una situación sobrevenida de tal magnitud que resta una vez más competitividad al sector», concluyen desde la patronal.