Cartel con el eslogan "próxima apertura" que presidía la carroza del desfile.

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La actualidad desde un punto de vista satírico suele inspirar las carrozas que participan en el desfile festivo, que discurre entre un público heterogéneo, incluido el infantil. No se ponen límites a la libertad de expresión ni a la creatividad, tampoco el Ayuntamiento conoce de antemano los temas de las distintas carrozas, por lo que resulta fácil que alguna rebase lo que comúnmente se considera buen gusto para caer en la chabacanería.

Es lo que ocurrió con la carroza que el domingo cerró el desfile en Sant Lluís, inspirada en el prostíbulo ubicado en este municipio. Para algunos asistentes fue un triste final para una hermosa fiesta, «me duele pensar cómo se estaba haciendo broma de la vida de tantas mujeres que sufren a diario, me duele ver que el Ayuntamiento haya permitido una carroza así en un desfile para todos los públicos», decía una mujer.

Recuerda además que los hechos se han producido después del «solo sí es sí», lo cual lo hace más indignante aún. «A estas alturas sabemos bien que la prostitución conlleva trata de mujeres, menores en algunos casos, y que promueve la violencia machista», agregaba esa espectadora del desfile. Numerosos comentarios en la calle coincidían con esa impresión al paso de la carroza.

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Humor y crítica

Las críticas llegaron al Ayuntamiento, que defiende las carrozas como un espacio «de libertad y sátira, en el que muchas veces los grupos participantes aprovechan temas de actualidad para tratarlos con humor y/o espíritu de crítica», explican. La propa alcaldesa, Carol Marquès, interactuó durante el desfile con los participantes de esta carroza como se ve en el siguiente vídeo.

Esa libertad es una de las razones por las que la alcaldesa y los concejales desconocen de antemano los temas elegidos. No obstante, asumen que se han podido herir sensibiliades y por ello, el equipo de gobierno pide «disculpas a las personas y colectivos que se han sentido ofendidos por la temática o las formas de alguna de las carrozas, ya que entendemos que hay temas que son sensibles y pueden herir suscepcitilidades».

El gobierno que lidera la socialista Carol Marquès señala que el caso abre la posibilidad de reflexionar sobre la convocatoria y modificar algún aspecto «garantizando la libertad de expresión».