El bus lanzadera desde Ciutadella para ver las puestas de sol en Punta Nati se pondrá en marcha los meses de julio y agosto. | Josep Bagur Gomila

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El departamento de Movilidad del Consell pondrá en marcha un bus lanzadera desde Ciutadella para ver las puestas de sol en Punta Nati los meses de julio y agosto. Las fechas están por concretar, pero ayer la titular del área, Francesca Gomis, informó de que se han empezado a hacer pruebas en la zona para ver si el autobús, de 30 plazas, podrá maniobrar sin problemas, cuánto tiempo tarda y cuáles son los puntos conflictivos de la ruta. Se baraja el inicio de este transporte público para el 15 de julio y su duración, como mínimo para el mes punta, agosto.

En cuanto a sus horarios, tendrán que ser acordes con la experiencia que busca la gente cuando va a Punta Nati, es decir, por la tarde-noche, con el viaje de ida entre las 18.30 y las 19 horas y el de regreso, entre las 22 o 22.30 horas, es algo que falta por concretar. Una cosa es segura, cuando el bus funcione será incompatible con el paso de vehículos particulares, salvo los de residentes. Falta también por decidir si el acceso en coche se cerrará solo a partir de la tarde o no; son criterios aún por concretar, señaló ayer el director insular de Transportes, Damià Moll.

Será una experiencia piloto este verano y sus detalles «todavía se están perfilando», explicó Gomis, quien avanzó asimismo que el Consell ha decidido poner un vigilante en el acceso a este punto de la Isla en el que, los últimos años, se da una gran afluencia de turistas que acuden a ver el ocaso.

El inicio de esa vigilancia será con toda probabilidad a primeros de julio, indicó Gomis. El minibús partirá de la vía perimetral de Ciutadella hacia el faro y así se espera evitar los atascos de los últimos veranos.

En cuanto a la situación de los terrenos que se explanaron y limpiaron para funcionar «como zona de apoyo», puntualiza la consellera de Movilidad –aunque en un primer momento se presentó como un aparcamiento–, siguen con rocas de tamaño considerable esparcidas por el interior. Sin embargo, Gomis declaró ayer que se van a retirar y explicó que «todo ha sido un mal entendido».

Las piedras que se amontonaron en un rincón de la zona cuando entraron las máquinas a explanar, fueron después desperdigadas sin motivo aparente, pero de hecho inutilizaban la circulación en el interior. Ahora Gomis asegura que se volvieron a diseminar por un error, «asumo la responsabilidad, hubo un fallo de comunicación».

El terreno quedará delimitado, con bolardos y cuerdas que los unirán para impedir el paso, pero estos elementos se pueden retirar si, en caso de emergencia, necesitan entrar vehículos.