Plazas de aparcamiento en el edificio del Ibavi de Es Castell, donde habría 12 sin adjudicar. | Gemma Andreu

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Diez peticiones de plazas de aparcamiento propiedad del Ibavi están pendiente de respuesta para ser contratadas a particulares. Al contrario que las viviendas, estas plazas están reguladas por el derecho privado y no se exigen requisitos especiales, basta presentar la instancia y la documentación pertinente.

El Ibavi dispone de más de 40 plazas libres, según la información ofrecida por el conseller balear de Vivienda, Josep Marí, al diputado menorquín Lluís Camps, quien desde hace dos años está realizando un seguimiento sobre la gestión de estas plazas. Según la respuesta del Govern, un año atrás había siete plazas alquiladas y 12 libres en Es Castell, seis y 14 en Alaior, 16 y 16 en Ferreries y una alquilada y tres libres en Es Mercadal.

Dado que el alquiler de la plaza está entre 30 y 40 euros, Camps acusa al Govern de una gestión negligente por no rentabilizar el patrimonio público cubriendo además carencias de servicios que padecen los particulares. En el conjunto de las islas, las plazas vacías suman 536, lo que supone que el Govern deja de ingresar unos 225.000 euros al año.

Las reiteradas iniciativas para poner esa oferta al alcance del ciudadano se han estrellado contra la mayoría parlamentaria, «proponía y sigo proponiendo una salida ágil para llevar a cabo una oferta pública de aparcamientos tanto en régimen de venta como en alquiler», señala Lluís Camps.

El apunte

No todos las plazas de aparcamiento están en el mercado

La política inicial del Ibavi vinculaba las plazas de aparcamiento a los pisos alquilados en el mismo edificio y no se alquilaban a particulares ajenos al mismo. Los inquilinos muestran recelo a la entrada en el inmueble de personas que no viven en el mismo.

Esa política ha cambiado y el Ibavi alquila ahora aparcamientos no ocupados por sus inquilinos o que han quedado libres. Pero no todos están en el mercado, puntualiza Pau Morlà, algunos están en reserva ante el previsible cambio de arrendatario de algún piso. Tampoco el precio que paga el inquilino es el mismo que puede contratar un vecino externo. Lo que no hace el Ibavi, en contra de lo solicitado por Lluís Camps, es promocionar esas plazas.