Estado a día de ayer de la ronda del puerto de Maó. | Gemma Andreu

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La ronda del puerto de Maó no recuperará toda la operatividad de tráfico hasta al menos el fin de semana del 22 y 23. La circulación está reducida a un carril de subida y otro de bajada con señalización con bolardos y separadores en todo el recorrido.

Operarios de Mar de Fons, la empresa que lleva a cabo la limpieza de la zona donde se produjeron los desprendimientos, realizarán una revisión el próximo lunes y retirará las piedras y otros materiales que pudieran presentar riesgo de caída.

Otra de las tareas pendientes es la reconstrucción de la pared seca de la parte superior del acantilado. La zona de peligro debe quedar delimitada y asegurada tal como estaba antes de producirse el derrumbe.

La Conselleria de Movilidad confía en que esas tareas se lleven a cabo durante la próxima semana y que el lunes 24 la principal vía de comunicación de Maó con el puerto tanto para el tráfico pesado como para los vecinos de S'Altra Banda y la carretera de Fornells pueda haber recuperado la normalidad.

50 días

El desprendimiento de dos rocas de unos 20 metros cuadrados se produjo la noche del 4 al 5 de diciembre. Que sucediera en ese horario y en fin de semana, entre el sábado y el domingo, contribuyó a reducir el peligro de accidentes.

Durante la semana siguiente la ronda del puerto fue cerrada al tráfico para acometer tareas de desbroce, consolidación del tramo dañado y el reaslfatado de la calzada afectada. Ello permitió reabrir la circulación solo de dos carriles, dejando inoperativo el más próximo al cantil, al cabo de cinco días y en ese estado ha permanecido desde entonces, lo que supone que habrán hecho falta 50 días para recuperar la normalidad.

Movilidad ya alertó al principio que no se reabriría en su totalidad hasta haberse asegurardo de la consolidación del tramo dañado.