Imagen de archivo del último encuentro de los alcaldes con la presidenta del Consell, Susana Mora, y la consellera Cristina Gómez. | Josep Bagur Gomila

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Los ocho ayuntamientos de la Isla recaudarán el año que viene cerca de 80 millones de euros por vía de impuestos y tasas municipales, lo que representa una merma de 2,6 millones con respecto a lo que presupuestaron para este 2021. Y es que, a pesar de que las cuentas de 2022 recogen incrementos notables en la recaudación en concepto de obras y tasas debido a la mejora económica y el buen ritmo de licencias, estos repuntes no logran compensar la caída de ingresos provocada por el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, más conocido como plusvalía. La aplicación del nuevo sistema aprobado por el Ministerio de Hacienda en noviembre está detrás de gran parte de esta merma en los ingresos.   

En lo que respecta a impuestos directos (plusvalía, IBI e impuesto sobre vehículos), los municipios prevén recaudar un total de 53,2 millones de euros, lo que significa una caída de 4,1 millones con respecto a lo previsto para el ejercicio en curso.

Realizan, en cambio, previsiones optimistas en cuanto a las entradas por el impuesto de obras (ICIO) y en tasas por el buen ritmo que está ya demostrando el sector. En este sentido, la recaudación prevista en impuestos indirectos, especialmente referido al de construcciones, se disparará en el conjunto de la Isla un 55,2 por ciento con unos ingresos que superan los 2,5 millones. Al tratarse de un montante total mucho más reducido que la recaudación que entra a través de impuestos directos, no permite equilibrar las pérdidas previstas por la plusvalía. Aunque sí es cierto que sin estas previsiones halagüeñas de la economía, el hachazo habría sido mucho más punzante.

Por municipios, Maó duplica las previsiones al presupuestar ingresos por obras por valor de 322.530 euros, frente a los 152.000 de 2021. En Ciutadella, el buen avance de la actividad económica también se traslada a las previsiones presupuestarias del próximo ejercicio al prever ingresos por obras de 1,2 millones, prácticamente el doble. Mientras que en Alaior, Sant Lluís y Es Migjorn Gran estos capítulos crecen entre un 37 y un 30 por ciento. En cambio, Es Castell, Ferreries y Es Mercadal no prevén variaciones significativas con respecto a este 2021.   

También crecen los ingresos por el pago de tasas municipales (por licencias urbanísticas, ocupación con terrazas, entre muchas otras). Prevén recaudar 24,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,6 por ciento.

Las inversiones, a la baja

Los ayuntamientos presupuestan para el próximo ejercicio menos dinero para invertir. El único municipio que calcula un incremento de la partida es Ciutadella, con un ligero ascenso del 1,4 por ciento. Los siete restantes bajan sus previsiones. Es la consecuencia de elaborar unas cuentas prudentes en cuanto a ingresos y con un gasto mayor, en especial, en el área social para cubrir las necesidades derivadas de la crisis sanitaria.

Pese a ello, los alcaldes coinciden en apuntar que esta bajada de las inversiones no se notará sobre el terreno, ya que prevén manejar cantidades mayores de dinero gracias a la financiación externa y a las modificaciones de crédito que permiten aprovechar el remanente de tesorería acumulado.

Los ochos consistorios anotan sobre el papel inversiones por valor de 12,3 millones de euros, lo que representa una abrupta bajada del 30,7 por ciento con respecto a lo presupuestado en 2021 y que alcanzaba los 17,8 millones. Pese a ello, y a modo de ejemplo, Ciutadella presupuesta la ejecución de proyectos por valor de 1,2 millones, cuando ya calcula que podrá dedicar 5,3 millones a través de otras partidas a incorporar. Es Mercadal programa también una partida de 1,1 millones, aunque trabaja sobre proyectos valorados en 4 millones y que sufragará con la incorporación de remanente.