Pese al intento, Astilleros Llompart, que actualmente gestiona el varadero en precario, impidió la entrada a los técnicos del laboratorio que iban a ejecutar estos trabajos.
Ports IB hizo un requerimiento a la empresa indicándole que tenían que permitir la entrada, de ahí que llegaran a acceder. Las pruebas pudieron finalmente realizarse durante los tres primeros días de este mes.
Ahora, Marina Seca debe concluir el proyecto y presentarlo a Ports IB y este, a su vez, deberá emitir un informe. Y en caso de ser favorable y adecuarse a la normativa, la nueva concesionaria podrá ya hacerse con las instalaciones e iniciar las obras de adecuación y mejora en base al proyecto presentado que fue ganador del concurso. Será entonces cuando Astilleros Llompart deberá abandonar definitivamente el varadero que viene gestionando desde 1985.
Las previsiones que baraja el Govern son que en el primer trimestre del próximo año Marina Seca Ciutadella pueda empezar ya las obras del nuevo varadero.
Proceso judicial
Pese a ello, todas estas expectativas están condicionadas al proceso judicial que está en marcha. Hay que recordar que Astilleros Llompart presentó un recurso contencioso administrativo contra la resolución de Ports IB que adjudica el varadero a Marina Seca Ciutadella, un proceso que inició tras agotarse la vía administrativa.
Astilleros Llompart solicitó, asimismo, medidas cautelares de suspensión del proceso hasta resolverse la vía judicial. Ports IB informa que el juzgado aún no se ha pronunciado sobre estas medidas, de ahí que siga avanzando en el proceso administrativo.
Los recursos y la lentitud de la burocracia están ralentizando todo el proceso. Hay que recordar que en octubre se cumplieron tres años desde que fuera publicada la convocatoria.
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