El proceso de reforma del edificio levantado en 1802 toma como base la propuesta ganadora del concurso técnico, firmada por el arquitecto Miquel Àngel Apesteguia. A la convocatoria del Consell insular se presentaron un total de cuatro propuesta para hacerse cargo de las obras. Finalmente fue adjudicada a la firma menorquina Conrado y Asociados, S.A.
El presupuesto base de licitación (sin impuestos), tal y como se recogía en las bases, era de 226.503 euros, y finalmente se adjudicó por 211.780 euros, también sin IVA. El valor estimado del contrato es de 271.903 euros, una cifra muy superior a los 170.000 iniciales que se presupuestaron en 2013. Tal y como ya se explicó en su día, dicho incremento obedeció al encarecimiento del transporte de materiales y que el deterioro del BIC se había agravado con el paso del tiempo.
Actualmente se está procediendo a la ejecución de la primera fase proyectada, la de desescombro y consolidación de la estructura. Del equipo de trabajo forma parte un arqueólogo que se encarga de supervisar todo proceso y determinar las protecciones, la zona de trabajo y las estructuras que se han de proteger durante las obras.
Parar la degradación
Cabe recordar que el objetivo principal del proyecto es parar el proceso de degradación que está sufriendo el bien histórico, un elemento que está vinculado al paisaje del noroeste de la Isla de una forma muy íntima. El fin es el de consolidar los elementos estructurales de la torre, siempre respetando su historia y proceso constructivo. Una de las tareas claves que se ha de desempeñar es la de estudiar con detalle las causas de la degradación que ha sufrido. La previsión es que las obras se realicen en un plazo de nueve meses.
Además de como Torre de Rambla, el edificio también es conocido como Torre de Sa Torreta, Torre des Tamarells o Torre de la Bufera. Cabe recordar que ya el pasado otoño se llevó a cabo una actuación parecida en la Torre de Sanitja, una construcción de similares características que forma parte de la familia de proyectos levantados por los británicos entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Ambas se incluyen dentro de las denominadas «Torres Martello», de las que existen en la Isla catorce construcciones defensivas levantadas entre 1786 1805.
5 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Lo que seria el no va más , sería la reconstrucción de la torre de Atalis,quedaría imponente allí donde ahora solo están sus cimientos y un búnker de la guerra
Es una gran noticia para los menorquines , si hubiesen tardado más tiempo,el derrumbe era inevitable , Gracias Consell. La próxima batalla, arreglar el Far de l´illa del aire.
Restaurar i conservar el patrimoni històric, arqueològic i cultural és una obligació i un actiu per a Menorca i per a tots els que l'estimem.
y así con todas las demás fortificaciones. Es nuestro deber conservar la historia y los activos de Menorca para las futuras generaciones.