El desfibrilador recién instalado y, en la imagen superior, estado en el que quedó tras el asalto en la madrugada del viernes.

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En una sola noche la Policía Local de Sant Lluís ha llegado    a recibir 23 llamadas por fiestas descontroladas, ruidos y molestias. Atiende los avisos en la medida de sus posibilidades, «pero somos conscientes de que no es suficiente», expone la alcaldesa Carol Marquès en una carta que publicamos íntegra en las páginas de opinión.

Entiende que el    origen del problema no está en la capacidad de respuesta de los agentes «sino de la actitud de muchas personas que confunden pasárselo bien con pasarse de la raya». Así expone el abuso festivo que se está registrando en determinadas zonas turísticas del municipio.

Relata uno de esos excesos, en su variante de gamberrada, vivida en la madrugada del viernes cuando un grupo de jóvenes robó y destrozó el desfibrilador público que estaba instalado en la playa de Binibèquer. Los agentes de la Policía Local logró localizarlos e identificarlos, pero entretanto, «algunos de esos jóvenes que huían se entretuvieron pintando el coche de los agentes».

A partir de esos hechos, Marquès hilvana una defensa firme del modelo turístico de Sant Lluís y Menorca, «un lugar donde desconectar», apunta. «Quien planifique su viaje pensando en fiesta desenfrenada y sin miramientos, vale más que se busque otro destino», afirma.

Carga asimismo contra aquellos que no han tenido en cuenta el comportamiento anticovid durante sus vacaciones y contra aquellos que piensan que su derecho «a hacer fiesta está por encima del derecho de todos los demás a vivir tranquilos». Para todos ellos recomienda otro destino turístico.

No niega, sin embargo, la vocación turística de Sant Lluís, que define como pueblo respetuoso, «orgulloso de todo lo que es y lo que tiene», entre ello, «la vocación turística». Y por ello, es un municipio que desde hace décadas recibe a decenas de veraneantes y recuerda que la temporada es una oportunidad de convivencia y sustenta buena parte de la economía municipal.

Admite que en los meses punta la calma no es la misma, «pero hemos de buscar siempre el equilibrio entre la actividad turística y el descanso de los residentes» y ese equilibrio «está en peligro por culpa de unos pocos que han errado su destino. Nos cuesta entender cómo puede ser motivo de entretenimiento incumplir las normas sabiendo que el virus todavía circula y que estamos jugando con la vida de las personas», señala en la carta, que además de la alcaldesa socialistas firma también Joan Pons Sintes, primer teniente de Alcaldía, de Volem Sant Lluís.

En contrapartida, Marqués saluda y agradece el comportamiento de los turistas y visitantes respetuosos.