‘Es riu’ bajo el puente

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El agua de la depuradora de Serpentona ha sido descartada como causa de los problemas de contaminación detectados en los últimos meses en el torrente de Cala Galdana. Representantes municipales de Ciutadella y de Ferreries visitaron este martes la instalación con el director gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, para cerciorarse de la calidad del agua que allí se trata.

«El agua que sale es cristalina, hemos deducido que no puede ser la causante de los malos olores», explicó el responsable de la agencia balear del agua.

No obstante, sí hay presencia de la bacteria ‘E coli' por tratarse de aguas orgánicas, pero el contacto con el agua salada la mata. Esa circunstancia reduce los riesgos en torno a las aguas de la playa, donde los análisis no han detectado problemas y, por tanto, se descarta también la alarma turística, que resultaría más grave.

Pero es precisamente esta bacteria, asociada generalmente a aguas fecales, la que levantó las alarmas en las analíticas municipales de los últimos meses y el origen de la preocupación en los ayuntamientos de Ferreries y de Ciutadella.

Si las aguas de la depuradora no son el foco de la bacteria, la siguiente hipótesis apunta hacia el alcantarillado, el estado en el que se encuentra y la posibles filtraciones hacia las aguas del torrente. Si antes de conocer la prueba de la depuradora ya levantaba sospechas, ahora han aumentado.

Abaqua trabajará con los dos ayuntamientos en la búsqueda del problema para intentar atajarlo en cuanto dispongan de un diagnóstico.

Los malos olores podrían no tener relación y deberse, como en ocasiones anteriores, a la putrefacción de las algas.