Un agente de tráfico imponiendo sanciones y el operario del camión grúa retirando un vehículo | B.O.

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Desde el viernes habrá servicio de información y control de acceso a Macarella, Son Saura y Cala en Turqueta entre las ocho de la mañana y las 17.30 de la tarde. Lo realizará la Fundació per a Persones amb Discapacitat mediante un contrato menor y como solución de urgencia hasta el día 23. Al día siguiente, ya estará vigente el contrato de temporada adjudicado semanas atrás y que, por razones administrativas, no puede ser firmado antes.

Son solo tres playas, aquellas en torno a las cuales se producen los principales problemas, por razón de precio, ya que al ser un contrato menor no puede superar los 15.000 euros.

La fundación está preparada para comenzar y, de hecho, lo habría hecho ya de no ser por impedimentos legales, «desde el 15 de mayo estamos preparados, lo que queremos es dar trabajo a los discapacitados», explica Mònica Planella, directora administrativa de la entidad.

El servicio ocupará a 25 personas, 17 de ellas discapacitadas y ocho en riesgo de exclusión social. El contrato de temporada incluye también las playas de La Vall, Cala Pilar y Binimel·là.

La consellera de Movilidad, Francesca Gomis, justifica el recurso al contrato menor para adelantar el operativo ante los problemas que se han generado durante los pasados fines de semana, en particular, el último. Matiza, no obstante, que la responsabilidad de los problemas que se han producido recae sobre quienes los han creado, las personas que aparcan en lugares donde entorpecen el paso de otros vehículos o la salida de fincas. «No toda la culpa es por falta de informadores», afirma.