Este órgano ha revisado todo el proceso de selección del cargo a raíz de una queja presentada sobre el mismo y lo analiza a la luz del código de buen gobierno del Consell, al que están sujetas las actuaciones de la institución.
El citado código es un instrumento del que el propio Consell se dotó en 2016 y en el que se pide a los representantes públicos, entre otras cosas, «un compromiso con la ética pública, con la transparencia y el mantenimiento de un criterio independiente y ajeno a todo interés particular».
El código insta asimismo a «evitar cualquier conflicto de intereses con motivo del ejercicio de sus funciones públicas y abstenerse de utilizar sus competencias y prerrogativas institucionales para otorgarse a ellos mismos o a terceras personas algún tipo de beneficio».
Esas premisas lleva a la Sindicatura de Greuges a formular una recomendación para que todos los altos cargos del Consell se comprometan a someter sus actuaciones al código de buen gobierno y, en segundo lugar, recomienda preparar un documento estándar de «declaración responsable sobre incompatibilidades y conflicto de intereses» a disposición de todos.
Finalmente, propone una comisión de seguimiento, de la que formará parte la Sindicatura, sobre el cumplimiento del código.
8 comentarios
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Bufff si yo te contara....
Esta toda la Administración plagada de gente enchufada vinculada a los partidos y eso hace que después necesitemos cargos de confianza externos , por incapacidad de los funcionarios contratados para esos puestos. Sinceramente, creía que eran reMORAs del pasado, pero Susana sigue con su particular transparencia.
Ya pueden estar los rojos como los azules, son la misma lacra de este país, los puestos a dedo han sido siempre la polémica de un Consell que no sirve para nada, que no necesitamos y que solo alberga una serie de vividores que cambian papeles de una mesa a otra y muchos de ellos navegando por internet, pues ya no les importa esconderse lo hacen a la vista de todos,,, eso es el Consell.
Chanchullos y más chanchullos en las plazas de oposiciones al CIME y todo lo que le compete. Todas amañadas para que las ocupen los interinos o contratados laborales previamente enchufados a dedo. Se quedan con los menos preparados y así nos va. Muy difícil entrar aunque apruebes, te ponen mil trabas, solo te queda denunciar gastarte tu dinero , esperar y ellos mientras cobrando, defendidos por servicio jurídico que pagamos entre todos y sin ninguna consecuencia si al final pierden el Contencioso. Deberían dar ejemplo y son una vergüenza de administración.
El caciquismo de las instituciones menorquinas es una burla a la democracia. Susana, eres igual que ellos.
Avam, tots sabem com funciona això, feim ses bases a mida de qui volem enxufar, i si no basta, ho componem. Es problema es que ho comportam.
PSOE. Viva las puertas giratorias. Huele mal, muy mal a podrido.