El apicultor Toni Anglada trabaja en el mantenimiento de sus colmenas en Mongofre, Menorca. | David Arquimbau/EFE

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La producción de miel en Menorca vive su peor año de las últimas dos décadas, según asegura el apicultor y propietario de la empresa Dolçamar, Toni Anglada, quien lo atribuye a la falta de lluvias en la primavera.

«Todos los apicultores con los que hemos hablado coinciden en señalar esta temporada como la peor de las últimas dos décadas, porque ha llovido poco y a destiempo en primavera. Además, cuanto más tiempo de floración, más néctar se recoge y este año no se ha producido», ha explicado a Efe.

Anglada recuerda que el año pasado fue «bueno» y que todavía no puede concretar el descenso de la producción de miel porque se empezará a recoger «a finales de mes o principios de junio».

La empresa Dolçamar, que ha obtenido en los últimos tres años el reconocimiento de Mejor Miel de Flores de España, tiene repartidas en la isla un centenar de casetas, cada una de ellas con entre 25.000 y 45.000 abejas, en función de la época del año.

Anglada celebrará este jueves el Día Mundial de las Abejas, un insecto que es un indicador del estado del medio ambiente de cada zona.

«Es un indicativo porque son unos insectos que en cada vuelo visitan la misma flor, a diferencia de otros que no discriminan entre una u otra. Por ello, el polen que llevan en las patas posteriores siempre es el mismo, y por lo tanto hacen una fecundación perfecta de la flor», especifica.

Según Anglada, la miel de Menorca reúne unas condiciones que la hace especial y muy buena. «Los catadores de miel profesionales se sorprenden de la riqueza de nuestro producto. La miel de Menorca era conocida hace más de 2.000 años y objeto de deseo y de exportación a Londres durante la dominación británica. Estamos delante de una miel extraordinaria», enfatiza.