Inminente reapertura de interiores. Todo indica que tras el puente los establecimientos de restauración podrán reabrir el interior de los locales, aunque el sector todavía no conoce con qué condiciones podrán hacerlo | Gemma Andreu

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El Consell de Govern aprobará este viernes una relajación de las restricciones que se aplican en Menorca como medida de contención de la pandemia de covid-19. Según ha podido confirmar este diario, la Isla pasará directamente del nivel 4 actual al nivel 2, pero no será un nivel 2 tan laxo como el que conocíamos hasta el momento, sino uno más restrictivo, reforzado, que en la práctica se situará a caballo del nivel 3. La concreción del alcance de las nuevas restricciones será avanzada este jueves por el conseller balear de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, y por la presidenta del Consell, Susana Mora, en una comparecencia posterior a la celebración de la mesa de diálogo social en la que las nuevas medidas serán expuestas ante las principales patronales y sindicatos de la Isla.

La actualización de los niveles sanitarios de Menorca responderá así a las pretensiones del Consell, que tras la conferencia de presidentes del lunes había hecho público su deseo de revisar los niveles para adaptarlos a la realidad sanitaria de Menorca, que este miércoles se mantuvo en la senda de la mejora de los indicadores, con un solo nuevo positivo y cuatro altas que dejan los casos activos en 14. No se registraba una cifra tan reducida desde el pasado 26 de julio (en esa fecha fueron 12), aunque entonces la curva tendía al crecimiento y ahora al decrecimiento.

A falta de que se anuncien las nuevas restricciones que en principio entrarían en vigor tras el puente, el 2 de marzo, todo parece indicar que finalmente se permitirá la reapertura del interior de restaurantes, bares y cafeterías, pero ni el sector conocía este miércoles la concreción de las condiciones de esa reapertura, lo que ha generado un enorme malestar entre los empresarios. Desde las dos asociaciones de restauradores de las Isla, adscritas a CAEB y PIME, denunciaron que a tan solo dos días hábiles de la supuesta desescalada ni conocen cómo podrán trabajar ni han sido convocados como sector de la restauración a ninguna reunión, ni tan siquiera a la mesa sectorial creada para tal fin.

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La cuestión no es baladí porque los empresarios necesitan tiempo para poner en marcha la maquinaria. «Esto no es como una tienda en que solo tenemos que levantar la persiana», lamentaba José Bosch, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería y Restauración de Menorca (CAEB). Los empresarios necesitan tiempo para reincorporar trabajadores y asegurar suministros, además de adaptarse a las nuevas restricciones, cuestiones que requieren de una antelación de la que no dispondrán.

Lo mismo denuncia Antoni Sansaloni, presidente de la Asociación Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes (PIME), quien con el local cerrado en estos momentos explica que «los trabajadores me llaman para saber si podrán empezar a trabajar y no les podemos responder porque no lo sabemos». Ambos claman contra el silencio que el Govern ha mantenido, dando la callada por respuesta a los documentos que desde el sector le han hecho llegar para empezar a planificar una desescalada incluso más moderada de la que correspondería a los niveles de alerta establecidos hasta el momento. Tampoco se avino a avanzar la revisión de las medidas: «Ni contestación, ni reuniones, ni nada, hacen lo que quieren», lamentó Sansaloni.

Este jueves por fin tendrán –aunque no de primera mano– detalles sobre el alcance de esta nueva fase de la desescalada. El Govern viene defendiendo la necesidad de avanzar con mucha prudencia, algo en lo que están de acuerdo los restauradores, conscientes de los peligros, ya no obviamente sanitarios sino también económicos, que conllevaría una recaída de los indicadores en forma de cuarta ola de la covid-19.