Dos clientes en la terraza del American Bar, en Maó, con las mesas y sillas recogidas en el interior del establecimiento | Gemma Andreu

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Las restricciones horarias derivadas de la entrada de Menorca en el nivel 4 de la normativa del Govern contra la pandemia causaron este sábado, primer día de su implantación, no pocas confusiones entre los propietarios de bares y restaurantes de la Isla, que incrementaron aún más sus lamentos por el perjuicio que supone para sus negocios el cierre total de los interiores. Las terrazas tienen una limitación horaria hasta las 22 horas y el aforo permitido es del 75 por ciento, al menos hasta dentro de dos semanas.

Esta limitación, sin embargo, se endurece los viernes, sábados y vísperas de festivos, confirmó la Conselleria de Salud, a partir de una modificación del acuerdo del Consell de Govern, del pasado 15 de diciembre. En esos días las terrazas también deberán estar cerradas a partir de las 18 horas, fundamentalmente para evitar el tardeo. Esta restricción también afecta a locales de juego y apuestas con espacio exterior.

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La reacción de los restauradores ha sido, en muchos casos, adelantar el cierre del negocio por vacaciones, que suelen realizar después de Sant Antoni, directamente cerrar el establecimiento hasta que pase esta restricción, o abrirlo solo hasta las 18 horas, renunciando a la opción de mantener la cocina operativa para atender pedidos a domicilio hasta las 24 horas o para recogerlo en el establecimiento hasta las 22.

«Es un desastre, mucha gente con terrazas pequeñas lo van a pasar fatal», opina Kike Perelló, propietario de Il Porto, en el puerto de Maó. «Nos hicieron comprar los medidores de CO2 y ahora nos cierran los interiores». El restaurador ha decidido cerrar una vez servidas las comidas a media tarde porque «no es viable mantener la cocina abierta con el personal que necesita para los encargos que vas a tener».

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