Las pequeñas casas tradicionales a pocos metros del agua son una parte de la estética tradicional de la Cala Sant Esteve, en Es Castell. Algunas se levantaron cuando la propiedad de un solar, en la práctica, ya otorgaba derecho a construir. Ahora, estos inmuebles corren el riesgo de desaparecer, ya que la Demarcación de Costas ha hecho saber a uno de los propietarios, Ramón Catchot, que su concesión no se puede prorrogar acogiéndose a la ley de 2013. Este asegura que otros vecinos están en la misma situación. Costas les insta a restituir y dejar el terreno.
Los 74 años de historia de esta caseta, adosada a un pequeño varadero incluido en la concesión, son fulminados por unos argumentos que a Costas apenas le ocupan una docena de palabras. «Dificulta el tránsito por esa zona, además de impedir las vistas del litoral». Catchot rebate, y así lo expone en el recurso que ha presentado, que es lógico que una casa con concesión de Costas quite vistas. Ni es excepcional ni en su caso es notorio. No supera la línea común en la calle. También asegura que «no dificulta ningún tránsito». Por la calle, desde luego que no. En cualquier caso, Costas podría interpretar que la dificultad es un trozo de murete que entra unos centímetros en el pedregoso acceso al varadero. Hay que ser muy quisquilloso. Uno ni se da cuenta al moverse por la zona.
Ramón Catchot explica que heredó la caseta de su padre, quien la levantó en 1946. Ocupa 40 metros cuadrados de una parcela que acabó adquiriendo en su totalidad. Ha velado siempre por su legalidad. En 1961 obtuvo el beneplácito del Ministerio de Obras Públicas por plazo ilimitado, con un canon anual que ronda los 250 euros por ocupar el Dominio Público Marítimo Terrestre. En 1988, la Ley de Costas otorgó a estos permisos una vida de 30 años. Ante la avalancha de expedientes que se avecinaba, en 2013 es estableció la opción de una prórroga de 75 años.
Informado y documentado, Catchot solicitó en julio de 2017, a un año de la caducidad de la concesión, la prórroga de 75 años, sin sospechar nunca una negativa. « No me lo esperaba, ha sido un golpe», que le ha llegado hace apenas unos días. «Han tardado dos años y medio en contestar, y ahora me dan solo quince días para alegar». Y lo ha hecho. Expone que existe arbitrariedad en unos argumentos falsos, y que su caseta siempre ha estado en paz con la ley.
Lo está pasando mal. La caseta forma parte de su vida, en ella pasa buena parte de su jubilación. La situación le quita el sueño y le da un apuro que ni imaginaba. Reside en Sant Esteve seis meses y el resto del año la visita con asiduidad. Ahora, le pesa y preocupa tener que derribarla, como le indican desde Costas. «Me ponen en el aprieto de tener que echarla abajo, a mis 80 años, no sé cómo podré afrontarlo, porque esto tiene un coste».
6 comentarios
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Y digo yo, al inquilino de la cueva de cala mitjaneta se le va ha dejar que siga
no es la primera vez, compras con la seguridad de hacerlo conforme a ley y, pasados los años, te desmontan esa ley te obligan a derribar lo construido legalmente y no te compensan de ninguna manera. son unos ladrones de guante blanco
Me opongo, moralmente, a que Costas haga derruir esta caseta. Personalmente no entendería la cala sin esta casa, ni otras que forman parte de su paisaje. Estas casetas son patrimonio, del paisaje, de la menorquinidad, del pueblo si me lo permitís, de una forma de vivir, de una forma de ser, de la historia de la Isla. Para mí son referentes del pasado, cuando desde la orilla opuesta las contemplo, y ésta en especial, me digo, Manolo, todo sigue más o menos igual, no se han roto todos los puentes con el pasado. Romperlos es fácil, pero reconstruirlos...
Dofinet tiene toda la razón... Y que pasa con la caseta a pié de orilla en Santandria? Vale que está en zona urbana, pero me parece una barbaridad que Costas quite las casas en Cala Sant Esteve, que le dan una imagen pintoresca, y den licencia para renovar y poner aseos en Santandria (o esa casita ha sido renovada sin permiso? Y quien les dio luz y agua??). Como siempre no se mide por el mismo rasero, algunos pueden hacer lo que quieren, y los demás a cumplir...
Sr. Catchot, usted es un pardillo. Menos visitas a la oficina de costas, su fallo ha sido no tener el carnet del psoe, psm o podemos. Lamento la situación en la que se encuentra. Lo mismo les sucedió a los antiguos residentes en Sant Antoni. Todo acaba en ruina, basta ver como se encuentran dichas casetas de vorera. Con esta clase política que se puede esperar........
Me gustaría saber cuándo terminan las concesiones en Cala Pregonda? En una zona protegida donde tú no puedes ni hacer un castillo de arena, se han permitido esas construcciones a los ricachones, al menos podría alguien controlar la contaminación lumínica que producen , es una vergüenza!!