Una pareja de jóvenes turistas paseando por Cala Galdana | Gemma Andreu

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Septiembre no solo no ha enmendado los malos resultados de un verano turísticamente nefasto sino que ha agravado la herida. Llegaron 25.862 turistas frente a los 113.863 del año pasado, contando únicamente aquellos que se han alojado en algún establecimiento hotelero, según los datos publicados ayer en la web del Institut Balear d'Estadística.

La tendencia mantiene la línea marcada desde julio, cuando la actividad turística inició con más esperanza que expectativas una temporada que ya había perdido el prólogo de la Semana Santa y las primeras etapas de mayo y junio. Todos los datos están en coherencia con esa línea descendente.

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La planta hotelera, que el año pasado estaba abierta en su práctica totalidad con 104 establecimientos abiertos (el 96,96 por ciento del total), el mes pasado se ha reducido a 55, la tercera parte del potencial hotelero de Menorca, Resulta evidente que si en julio y agosto muchos hoteles estuvieron cerrados, en septiembre han sido más los que han desaparecido del cartel.

El año pasado ofrecieron en conjunto 31.360 plazas y esta vez han sido 10.768. Aún así, se trata de una oferta muy generosa, ya que el grado de ocupación obtenida se queda en un modesto 35,68 por ciento. Es decir, no solo ha habido menos oferta sino que esta ha tenido porcentualmente muchos menos huéspedes que el año pasado, cuando el porcentaje de ocupación alcanzó el 62,66 de media en la Isla.

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