El decreto que regula el teletrabajo fue aprobado el martes por el Consejo de Ministros y publicado al día siguiente

TW
3

Teletrabajar es un verbo que se ha incorporado al diccionario y, sobre todo, «un cambio de paradigma en las relaciones laborales de este país y en la metodología productiva», según la ministra de Trabajo Yolanda Díaz. El decreto que regula el teletrabajo fue aprobado el martes por el Consejo de Ministros y publicado al día siguiente, por lo que entrará e vigor durante la primera quincena de octubre.

Sin embargo, al margen de regulación, el teletrabajo es una realidad en aquellas empresas que lo iniciaron durante el confinamiento y, en función de las posibilidades y de acuerdo con la empresa, la mantienen. Ha arraigado en Menorca como en el resto de territorios y, sobre todo, ha atraído a la Isla a un número indeterminado de profesionales que ha encontrado aquí un lugar apropiado para realizar sus proyectos o tareas de supervisión.

«Este verano ha venido bastante gente y continúa teletrabajando desde aquí», comenta Antonio Soria, secretario de Comisiones Obreras. Algunas inmobiliarias aseguran que varias de las propiedades vendidas en verano tienen esa finalidad.

Noticias relacionadas

Soria es uno de los que considera que esta forma de trabajo tendrá una incidencia residual en Menorca. «Le veo poco recorrido, somos una economía de servicios», advierte José María Roqueta, de UGT, «está indicado para trabajos de oficina».

Gestorías, contabilidad, reservas hoteleras, bancos, funciones que se realizan íntegramente en ordenador son algunas de las tareas indicadas para el trabajo. «La hostelería, el comercio, los bares y restaurantes y todas las labores de puesta a punto y mantenimiento requieren presencia y trabajo in situ», reflexiona María García, secretaria de PIME.

Lo que se ha hecho hasta ahora ha venido impuesto por las circunstancias. Los requisitos que regula el decreto como el mínimo del 30 por ciento de la jornada, la aceptación voluntaria o la obligación de la empresa de hacerse cargo de equipos, herramientas, medios y consumibles, podría alterar la viabilidad de una opción que, en general y conocidos esos detalles, ha sido bien recibida por los trabajadores.