Las urgencias en el Hospital Mateu Orfila y los centros de salud vuelven a llenarse. El cambio de tendencia se observa desde mediados de julio y en agosto la media diaria regresó casi a los niveles pre-covid, de 90 a 100 pacientes. La llegada de turismo es el factor habitual que eleva la demanda en urgencias pero este año además se añade el cambio en las citas de Atención Primaria. Las consultas telefónicas sin refuerzo de la estructura –añadiendo además que el personal tiene que hacer vacaciones–, no solo generan esperas para las visitas sino también dudas que al final los pacientes buscan resolver en las salas de urgencias. Desde los mismos mostradores de admisión, donde se realizan otras tareas además de atender el teléfono, a muchos usarios se les recomienda que, si no pueden esperar a que les llame su médico de familia, acudan al SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria) de referencia en su zona sanitaria.
Mientras el hospital se prepara para lo que pueda deparar esta segunda oleada de contagios, de momento la pandemia y la nueva normalidad han elevado la presión sobre los centros de salud por este modelo telefónico que no acaba de convencer. La consulta telefónica no es tan rápida como pudiera parecer, surgen dudas para los enfermos, las centralitas se colapsan y los médicos de familia intentan resolver las consultas hablando sin ver la cara a su paciente e intentando hacer ‘huecos presenciales' cuando es indispensable por la dolencia a tratar y previo filtrado de síntomas por la recepción.
«La sensación es que no se ha previsto nada a medio o largo plazo sino que se funciona mes a mes, y esto va a durar más de lo que pensamos», afirma el doctor Mateu Seguí Díaz, médico en la Unidad Sanitaria de Es Castell y vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria de Balears. Las citas presenciales no se han traducido en el mismo número de llamadas, afirma, sino que hay más demanda, bien sea por la inseguridad del paciente que vuelve a llamar, o por cuestiones burocráticas, «y el sistema telefónico no da de sí, se quedan cosas desatendidas». Para este médico el sistema futuro deberá seguir siendo presencial, por mucho que se use la tecnología para otras cuestiones como el acceso a imágenes diagnósticas vía telemática, «pero el hecho de ver a tu paciente no puede ser sustituido, el teléfono es una barrera, no es una consulta fácil, no son 5 minutos, puede durar más y al final, todo esto hace que haya más visitas y llamadas, aumentan los motivos de consulta», señala.
El portavoz del sindicato médico Simebal en Menorca, Claudio Triay, comparte esta opinión. «Este sistema ni satisface a los pacientes ni al personal», apunta. La cita telefónica «a veces se acepta pero otras no, entonces el enfermo acude a las urgencias de los centros de salud o del hospital porque allí no hay trabas para la atención, el paciente quiere volver a la visita presencial», asegura Triay, quien teme que con todos estos pasos para ser tratados por el médico de familia «se pierden pacientes que deberían ser atendidos». La Atención Primaria ha perdido la cercanía y «los médicos de familia también piden cambios en las agendas porque ven que no se están resolviendo los temas».
Aunque la seguridad para evitar contagios de covid-19 debe prevalecer «ante todo» también debe hacerlo en urgencias y añade que «de manera global no se está resolviendo el problema».
6 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
A fer feina . No es falta de personal, es falta d'anima com deim per aqui. Espantos es teleatajo o teletrabajo o lo que sea . Personal, a currar a currar...
La falta de personal en dalt San Joan es evidente. Si la razón son las vacaciones del personal, entiendo que es una falta de previsión de quien corresponda. Las vacaciones se conocen meses antes, que hay turistas en julio y agosto también se sabe, que hay covid19 desde enero se sabe. Lo que nos lleva a pensar que alguien de la dirección en la consejería "se ha columpiado". Y no solo pagan los pacientes sino además el personal de guardia esta a punto del estrés, colas y más colas, teléfonos sonando y sonando sin nadie que los atienda. Pero viste mucho dar doscientas mil tarjetas sanitarias a todo el mundo y luego que se apañen unos y otros.
I needed a simple prescription I was told on the phone I had to visit the center in Mahon (Juaneda) to speak to a doctor to get that prescription. The option of a virtual consultation (we are in the 21st century in a pandemic) was not available. So I visited, it was like a war zone, people crammed into reception waiting their turn, no social distancing, people coughing, sneezing, speaking loudly with each other inches apart. "Fuck Me" I said, very loudly, and ran out of there as fast as my legs would carry me.
Lo de s'atenció telefònica es una vergonya. Primer, per a qué limhe d'explicar al senyor o senyora de recepció, que sap tant com jo de medecina, qué em passa. Segon, el metge telefona quan? He d'estar pendent del telefon tot es dia? I si soc a fer feina o a qualsevol altre lloc i quan telefona no el puc agafar? No crec que sigui tan difícil donar cites un poc mes espaiades per a que no hi hagi aglomeracions a ses sales d'espera.
Pues cuelguen el telefono y atiendan personalmente, con mascarilla, gel y mas espacio entre citas. Bares, restaurantes abiertos, el colegio abre en nada, y ellos no pueden atender presencialmente. Al final enfermaremos todos por falta de atencion. A dia de hoy yo sigo pagando impuestos. Ponganse a trabajar
Lo de s atenció telefònica, no sé fins quin punt es legal. Puc entendre que quan hi va haver s esclat d es virus, prenéssin aquesta mesura d urgéncia i prevenció. Però i després?? El que passarà és que, sí, se colapssarà es sistema sanitàri i no per coronavirus, si no, Per totes aquelles patologies que no s han atés quan s havíen d atendre i han esdevingut amb una complicació i engreujament de sa mateixa. Bé anam! A vorem quan me criden per fer me sa mamografia d es 50.