Señales de prohibición. Los operarios las han ido distribuyendo en las diferentes zonas de incorporación a la calzada del puerto, y se mantendrán hasta que la circulación quede normalizada con los cambios | Josep Bagur Gomila

TW
39

Acceder al puerto de Maó desde la Estación Marítima ya no es posible si se pretende hacerlo en vehículo motorizado procedente de la carretera de Fornells o de la Cuesta de Ronda. Desde este miércoles Ayuntamiento y Autoridad Portuaria hicieron efectivo el sentido único en el largo tramo comprendido entre la Cuesta de Corea y la propia Estación Marítima, pese a que la reordenación de la calzada todavía no está concluida e impera el rechazo de la mayoría de empresarios del puerto.

Los operarios que delimitan la zona con separadores para ampliar uno de los dos carriles -el más próximo a la acera- ahora destinado a peatones y terrazas continuaban este miércoles con la tarea en dirección al Andén de Llevant, pero a lo largo del día la circulación ya quedó limitada a un solo sentido, confirmaron desde el Consistorio.

La ejecución de este cambio acrecentó el descontento de la mayoría de empresarios de la rada mahonesa, contrarios a la iniciativa que consideran «inoportuna, perjudicial porque restará clientes, y dictatorial», señala Mario Pons, del restaurante La Marina. Tras el estado de alarma, «esto es lo peor que podían hacer ahora», señala Ana Victori, de la farmacia del puerto. «Es una irresponsbilidad porque hay muchas familias detrás de cada pequeña empresa». Sostienen que el cambio se podía haber hecho de otra forma «pero nunca cortando el acceso natural a la ciudad que va a provocar más circulación por el interior y la Vía de Ronda, y que mucha gente se pierda», indica Mario Pons.

En la reunión con el alcalde se plantearon propuestas, que el primer edil consideró interesantes, «pero a la hora de la verdad han hecho el cambio a la brava, sin más», subraya Pons. El restaurador recuerda que el concejal de Movilidad, Manolo Lora, que el miércoles no pudo atender a este diario, «era el primero que antes se oponía a este cambio y ahora lo ha hecho pasando por encima de todos los que nos oponemos».

El Ayuntamiento sí ha accedido a la petición de la Asociación de Empresas Náuticas para que se permita la doble circulación a las bicicletas, reveló su presidente, Justo Saura. «También APB ve bien concedernos un amarre en la Colàrsega para poder desplazarnos en barca, y aparcamientos para trabajar», aunque, precisó, «les he pedido la respuesta por escrito».