Pablo Jiménez, a la derecha, habla con Josep Castells en el Parlament

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Los cuatro diputados socialistas y la diputada de Podemos serán los únicos apoyos menorquines al Decreto Ley de medidas urgentes y extraordinarias para el impulso económico de Balears. Aprobado por el Govern tres semanas atrás como instrumento para la reactivación económica tras la covid-19, debe ser validado este martes por el Parlament.

El Decreto Ley, que propone la modificación de varias leyes, contempla una moratoria para la de residuos y permite ampliaciones del 15 por ciento en hoteles, ha roto la mayoría paralamentaria de la izquierda. Al voto negativo anunciado por Més per Menorca, dos diputados, se unió el de Pablo Jiménez, parlamentario de Esquerra de Menorca elegido por la coalición Unidas Podemos.

Sin esos tres votos, el Govern de Francina Armengol se queda a uno de la mayoría necesaria para sacar adelante el decreto ley. Será probablemente el PI, con tres diputados, el que le saque del apuro causado por el revés de la izquierda menorquina. Todos los partidos de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox) han anunciado su voto en contra.

Disciplina

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Pablo Jiménez ha sufrido dos semanas de presión que no le han hecho variar su postura contraria. Este lunes, después de una agitada mañana de negociaciones telefónicas, decidió finalmente que no votará el decreto omnímodo. Lo anunció su partido en Palma al explicar las negociaciones mantenidas la última semana con el Govern para tratar de lo que han llamado el «decretazo 8/2020».

Jiménez pertenece al grupo parlamentario de Unidas Podemos, en cuyas listas fue elegido, pero su partido no forma parte del Govern, según explica Juanjo Martínez, coordinador de Izquierda Unida en las Islas. De hecho, Jiménez, que este martes no asistirá al Parlament, votó este lunes por vía telemática en contra de la validación del Decreto Ley y a favor de su tramitación parlamentaria, según explicó su partido.

Izquierda Unida asegura que no hay ruptura de la disciplina de voto, «tenemos una relación confederal con Podemos y nos permite votar diferente si existen discrepancias importantes, como es el caso», argumenta Martínez. Asegura que así estaba previsto en el acuerdo de la coalición y, por tanto, «no hay ruptura», añade el responsable del partido.

IU asegura que ha negociado la modificación del decreto, que, en su opinión, contiene aspectos «nocivos para el medio ambiente». Se proponen muchas medidas «que realmente se traducen en una involución respeto al Govern de progrès y de los pactos de Bellver», agrega. Este desacuerdo no implica, sin embargo, más consecuencias por cuanto los socios de Podemos aseguran que seguirán apoyando al Govern, siempre y cuando se mantengan «diálogos constructivos».