Llaüts y otras embarcaciones deportivas en los muelles de la Colársega del puerto de Maó, a la espera de salir del confinamiento. | Gemma Andreu

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La náutica recreativa, una de las actividades con gran arraigo en Menorca, empieza a calentar motores desde mañana, pero habrá de esperar hasta el 8 de junio para que pueda desarrollarse «sin más limitaciones que las que rijan con carácter general». Así lo explica el director general de la Marina Mercante en respuesta a la petición de aclaración efectuada por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas.

Eso significa que la desescalada seguirá el mismo ritmo que el resto de actividades. En cada una de las cuatro fases se avanzará en la reducción de limitaciones al entender que la navegación deportiva o de recreo como actividad de ocio, deporte y turismo. En la Fase 0, la que comienza mañana, no se podrá navegar por ocio, salvo que se trate de una actividad física individual. Eso significa, por ejemplo, que se puede practicar vela o surf, siempre que se realice en el mismo municipio en el que reside el usuario y fuera de los puertos, que ahora mismo están cerrados a actividades que no sean las de transporte marítimo autorizado.

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Rafael Palmer, gerente de la Asociación de Clubs Náuticos de Baleares, precisa que la normativa surgida del estado de alarma es contradictoria en algunos puntos. La Orden Ministerial de Sanidad 388/2020 impide la salida de los barcos de recreo, aunque el director general de la Marina Mercante dice que está autorizada a partir del día 11. «Es una simple formalidad jurídica, pero una aclaración es inferior a una Orden Ministerial», apunta.

Espera, al igual que los numerosos usuarios, que la mayor flexibilidad necesaria llegue en los próximos días. Tanto Autoridad Portuaria como Ports de les Illes trabajan en esa dirección.

La navegación en la Fase 3, el 8 de junio, entrará en la «nueva normalidad», como ha sido llamado ese periodo. Significa que también pueden llevarse a cabo prácticas para la obtención de títulos de recreo, que implican el uso de embarcaciones. Las singladuras tendrán que ceñirse a las limitaciones geográficas, es decir, sin salir del entorno de la Isla.