Los comerciantes afrontan un riesgo evidente de desaparición de parte del tejido comercial y, con ello, la pérdida de la fisonomía urbana. Han sufrido la dura competencia del comercio digital y ahora el cese de actividad obligado por el estado de alarma constituye un perjuicio sobrevenido con el que no contaban.
«Solo nos puede salvar la bajada de alquileres e impuestos», declara Macià Coll, de Ciutadella Antiga. «Necesitamos un plan de ayuda que nos asegure liquidez efectiva», indica Nuria Pons, de Mô Comercial. El alquiler es el principal gasto, pero no el único, cada mes hay que afrontar el pago de suministros y el género, «parte o mucho del cual no servirá ya cuando vuelva a ser permitida la actividad comercial», puntualiza Pons.
A falta de datos concretos, ambas asociaciones coinciden en señalar que la inmensa mayoría de comerciantes ocupan locales en régimen de alquiler. Algunos propietarios se han puesto a la altura de las circunstancias y han condonado la renta de los dos primeros meses -marzo y abril-, pero sin definir el futuro más allá del «ya veremos cómo van las cosas más adelante».
Las negociaciones solo pueden ser individuales entre el titular de la propiedad y el titular del comercio. Es lo que recomienda Ciutadella Antiga, que ha distribuido un modelo de carta entre sus asociados para facilitar esa negociación. «La realidad actual nos sitúa ante una situación insólita y ante la imposibilidad de abrir los negocios durante un periodo de tiempo incierto», explican, sin actividad no habrá ingresos y, por tanto, no se podrá hacer frente «a los gastos derivados de esa actividad, en principal, el pago del alquiler».
Propone llegar a una solución amistosa y favorable para ambas parte con el fin de mantener la relación contractual pensando que, a pesar de todo, se trata de una situación temporal.
En la carta se cita también la cláusula rebus stic stantibus, cuya aplicación dejaría sin efecto el contrato o modulando o modificando las prestaciones exigibles pactadas. Este principio general puede ser invocado en circunstancias sobrevenidas e imprevisibles y con daños extraordinarios, como está ocurriendo en la actividad económica, comercial en concreto, donde abundan los contratos de alquiler.
La crisis de la covid-19 está produciendo ya, y por un tiempo prolongado, unos efectos económicos negativos muy cuantiosos y abre la puerta a este principio general del Derecho, en opinión de Jesús López-Medel Báscones, abogado del Estado.
La existencia de esa herramienta, que podría servir de salvavidas para muchos negocios, ha de ser validada por los jueces, quienes han dar valorar finalmente su aplicación o no. Se dan las condiciones de una causa de fuerza mayor, que provoca unas consecuencias de desequilibrio durante un tiempo todavía incierto, pero Ciutadella Antiga recomienda un acuerdo negociado de forma particular.
Los contratos son individuales y no pueden adoptarse decisiones comunes más allá de recordar estos criterios. «Nuestro objetivo es mantener los comercios abiertos y que los propietarios entiendan la situación», alega Coll, quien apela a la responsabilidad de los propietarios y apuesta por no agregar tensión a la situación. Esta es de por sí complicada tanto por el momento actual como «por una temporada que no existirá», añade Coll. « Si la situación era crítica antes, ahora es dramática», corrobora Nuria Pons.
7 comentarios
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Creo que en una situación como la que pasamos todos los sectores están desprotegidos, ya sea por no poder afrontar el alquiler de su vivienda o de su medio de vida, como puede ser un comercio que sin lugar a duda más tarde repercutirá en no poder afrontar los pagos devenidos de su vivienda... Estamos ante un momento que hay que soportar y ayudar a todos los sectores para que una vez acabado todo esto la estructura social y empresarial este lo menos dañada posible. Verlo de otra forma , es decir para mi “si”porque lo necesito, pero para el vecino no porque creo que es muy rico. además de profundamente insolidario prejuzga desde el desconocimiento y la presuposición. Hoy en día las grandes cadenas mueven el comercio mundial, generalmente los pequeños establecimientos somos trabajadores que reinvertidos gran parte de lo obtenido x seguir y mejorar.. Por supuesto que había ganancias. Igual que un trabajador obtiene su sueldo y pagas extraordinarias ...por su trabajo.
Vivir para ver. A ver si tendrán más ventajas los negocios que los que necesitan una vivienda para vivir.
Que ya están tardando!!! No va a quedar nada si no se dan prisa en suspender los pagos!!
Els preus del lloguer s'han de actualitzar d'acord amb el context actual, que es la ruina total, el consum es resentirá de la crisi i els comerços serán els que patiran aquesta devallada, sobretot els bars, restaurants i tendes de souvenirs. Jo recomanaria el recolçament al producte local, aquell que pot fermos autosuficients en segons quins aliments i redundaria amb l'enfortiment del nostre texit agrari, que ja es important, ara es el moment.
mi única fuente de ingresos es un local comercial que tengo alquilado en el centro de mahon.
Y que hacemos?? Para que pueda comer el de la tienda le quitamos de comer al propietario del local?? Repercutimos la miseria en el propietario?? Os recuerdo que el propietario tampoco ha podido trabajar estas semanas!! Lo que se deberia hacer es llegar a un acuerdo en una rebaja del alquiler durante unos meses ( por ejemplo de 50% ) y que la administracion publica cargue con un 25%. Asi entonces, propietario recibe el 75% del alquiler. El tendero paga el 50%, y el estado paga el 25%. Y asi cada uno asume una parte.
Hay quien prefiere tener locales cerrados y no alquilar a un precio razonable, hay negocios y artículos de menor volumen en ventas que podrían dinamizar los centros con alquileres asequibles.