Los polígonos industriales, como el de Maó, cesan prácticamente toda su actividad. | Manolo Barro

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industrial para combatir la pandemia cuanto antes. El sábado el Gobierno de la nación aplicaba esa medida hasta el 9 de abril, a modo de permiso retribuido por los empresarios a los trabajadores que deberán quedarse en su casa y devolver ese tiempo trabajando más horas antes de final de año.

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«Entiendo que pararlo todo es un golpe a la economía pero si el sistema aguanta saldremos adelante», valora la presidenta insular. La decisión es «valiente, dura y difícil», para superar la crisis sanitaria. Opina Mora que «medias tintas podrían restar efectividad» a lo hecho hasta ahora. Y en ese caso, «aunque afectara a menos sectores, globalmente el paro económico a la larga sería peor».

El cargo a los empresarios pasará factura. Sin embargo, la primera autoridad menorquina señala que «si la administración pública tiene que aguantar los despidos, los ERTE, las ayudas... y mantener los servicios podría llevar el sistema a la quiebra». Por eso esta nueva restricción «busca el equilibrio para hacer frente a la salida».

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