Imagen virtual del edificio en la finca, en la que se ha introducido el cultivo de la vid.

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La transformación de la finca Alparico pasa por la construcción de una bodega cuyo proyecto se halla en exposición pública en el Consell para obtener la declaración de interés general. Es el primer requisito de una complicada red urbanística y ambiental.

El proyecto plantea la construcción de un edificio aislado de nueva planta para uso de bodega en la explotación agrícola existente en la finca. Se trata de un edificio de planta baja y sótano que, en conjunto, suman 1.800 metros cuadrados y 1.500 metros cúbicos de volumen.

Según se explica en la memoria descriptiva, el tipo de producción vinícola que se pretende constituye el principal condicionante del diseño arquitectónico que ha elaborado ValerArquitectura, con despacho de Ciutadella.

El vino será elaborado por el procedimiento conocido «por gravedad», que requiere espacios de altura considerable para el vertido de mosto en los depósitos. Con la llegada de la uva a la bodega comienza un método de elaboración diferente al resto de bodegas industriales.

En este tipo de elaboración, la uva fluye a lo largo de todo el proceso por su propio peso. Con el fin de no agotar la altura máxima permitida sobre rasante del edificio y generar un mínimo impacto visual en el entorno, se ha optado por obtener las alturas necesarias a través de la profundidad de un sótano a distintos niveles.

6,20 metros

El diseño prevé dedicar la planta a tareas de producción y otras vinculadas con la gestión y zona pública. La planta sótano se proyecta a dos niveles para acoger diferentes fases del proceso. El primero se sitúa a tres metros bajo el nivel del suelo y el segundo a 6,20 en roca calcárea no estratificada, según consta en la memoria del proyecto. La ubicación elegida viene determinada por las zonas de plantación de viñedo previstas y «en función del máximo respeto a las zonas de prevención de riesgos de las matrices del PGOU y PTI».

El proyecto necesitará para su ejecución ser exonerado a través de un informe vinculante del Consell del parámetro de volumen que, por necesidades del proceso de producción, supera los 1.500 metros cúbicos. Ha de superar asimismo el estudio de impacto ambiental simplificado. El proyecto incluye otro estudio de repercusiones ambientales por situarse en una ZEPA. Los requisitos establecen asimismo un proyecto técnico-agronómico, que se incluye en el expediente, necesario para la inscripción de la bodega en el censo de industrias alimentarias del Govern.