La gente está muy asustada. No pasan ni coches. Fatal. No hay gente. Llevamos dos semanas de pena. Es el monotema. No se habla de otra cosa. Estas son algunas de las primeras palabras que pronuncian los comerciantes de tiendas ubicadas en el centro de las dos grandes ciudades de la Isla cuando se les pregunta si el coronavirus está teniendo efectos a pie de calle. Sus mensajes reflejan el temor que existe entre la población que está evitando exponerse. El miedo a ser contagiados o a contagiar ha acabado vaciando las calles y a enfriar, o incluso congelar, la actividad del pequeño comercio que, ya de por sí, vive un momento de grandes dificultades. A la lucha de David contra Goliat se le suma ahora otro cíclope difícil de combatir.
«Llevamos unos días muy malos, no hay gente por la calle, no ves a nadie y los pocos que hay no entran», asegura una empresaria de Ciutadella quien considera que este freno de la actividad no obedece tanto a la psicosis por contagiarse sino por el temor a una caída drástica de la economía y a la incertidumbre laboral, lo que se traduce en un mazazo para los negocios. Otra empresaria de Maó aseguraba estar «asustada por el turismo». Se refiere tanto a la caída de visitantes como a la consecuente bajada del número de trabajadores. Hay que recordar que el sector comercial es el que mayor número de afiliados a la Seguridad Social soporta con 5.600 trabajadores.
«El comercio de Menorca está sufriendo mucho y si a ello le añadimos ahora esto...», reflexionaba otro empresario de Maó. A lo que una comerciante de Ponent agrega que «la época ya es rara de por sí pero por nuestra calle no pasa nadie, está más vacío de lo normal».
Desde un local de restauración apuntan que «es difícil decir a qué obedece, pero llevamos un par de días de menor actividad, la gente se ha asustado, pero hay que tener en cuenta que el centro de Maó se está muriendo» a lo que agregaba que «es monotema».
Unos pocos comercios aseguraban no haber notado cambios en su caja de resultados. Quizás por el tipo de negocio, quizás por contar con un cliente más fiel.
Muchos empresarios hacen referencia a los turistas del Imserso, principales clientes en una época de poca actividad. Estos días ya han notado una bajada de su presencia «entre que no salen del hotel y que han llegado menos». Auguran una catástrofe de cara a las próximas semanas cuando estos turistas sénior desaparezcan de la Isla. «Estos meses trabajamos con el Imserso y esto vuelve a ser enero», lamenta una comerciante de Ciutadella. No obstante, en Maó eran aún ayer los únicos que daban un halo de aire fresco a una ciudad desangelada.
23 comentarios
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España tiene que quitar gastos de funcionarios que se jubilan pronto y trabajan menos que los demas y con politicos con dos o tres pagas, porque 80000 mil euros al año es mas que una paguita no? Si no cambia este sistema y quitamos gastos estamos apañados los de arriba y los de abajo tambien, con pandemia y sin pandemia tambien.
Los autónomos y pequeñas empresas vamos a hundirnos. Si el Consell o Aytos no dirigen el dinero del estado para abrir líneas de créditos asequibles...
El temor no. La responsabilitat individual i col·lectiva.
Veo estudiantes por todas partes
A Joan como si solo existiera este súper.Quin problema.
Catalunya ha tancat sense demanar permís a ningú.
No os preocupeis que este fin de semana se va a llenar de madrileños que no tienen ni idea de que va esto del aislamiento, como esta pasando en la costa valenciana
En cambio los supermercados diria que se estan forrando. No se si es normal un viernes por la tarde pero el Mercadona de Mao estaba sin fruta, verduras, carne, agua embotellada
NO estem de VACANCES!!! tothom a ca seva i a sortir per coses imprescindibles, anar a fer feina i anar a comprar. La resta tot tancat. Si ho fem bé, només seran 15 dies, si no, aquesta situació s'allargarà. Seny!
Que cierren las islas, a sin podremos seguir haciendo vida normal. Cuando sopla tramontana no cierran los puertos y no pasa nada pues lo mismo cuando tenemos una pandemic a las puertas. Veremos de aquí 15 días si estamos contagiados con todos los estudiantes que han entrado.