El parque actual, inaugurado en 2008, ocupa unas 14 hectáreas y con la ampliación pasará a tener más de cien. | Gemma Andreu

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Cuando parecía que la ampliación del parque fotovoltaico de Son Salomó solo estaba pendiente ya del inicio de las obras de construcción, la tortuosa historia de la tramitación del proyecto más emblemático de la transición energética de la Isla –acumula casi una década de sobresaltos– ha dado una nueva vuelta de tuerca. Los promotores del parque y la Sociedad Histórico-Arqueológica Martí i Bella están negociando una acuerdo para reducir nuevamente el proyecto de ampliación a cambio de la retirada de los tres contenciosos que la entidad ha interpuesto contra el proyecto –con el Consell y el Govern como demandados– y la renuncia a reclamar medidas cautelares que podrían paralizar el inminente inicio de las obras.

Según ha podido confirmar este diario, las últimas vías de acuerdo serán exploradas in extremis en una reunión que se ha convocado el próximo 19 de diciembre con la presencia del Govern, del Consell –con responsables de Patrimonio y de Medio Ambiente–, la promotora Ceconat Menorca SL y la sociedad proteccionista afincada en Ciutadella, que desde un principio se ha opuesto a las dimensiones del proyecto de ampliación de un parque solar en una zona de interés paisajístico con numerosos bienes etnológicos.

Fuentes cercanas a la entidad aseguran que si la reunión no fructifica en el sentido que pretenden están dispuestos a reclamar medidas judiciales cautelares que implicarían la paralización del proyecto hasta que se resuelvan los contenciosos interpuestos, dos contra el Consell y otro contra el Govern, por la autorización administrativa concedida el pasado mes de agosto. Por su parte, desde la sociedad promotora del proyecto reconocen que se está analizando la posibilidad de reducir la extensión de la ampliación en busca de un acuerdo, a pesar de que siguen considerando que los recursos judiciales no tienen demasiado recorrido.

Cabe recordar que los promotores ya accedieron a reducir el proyecto más de un 40 por ciento hace tres años a pesar de que contaban con la declaración de interés general. En un principio la ampliación se establecía en 173 hectáreas de terreno y se prestaron a que quedara en poco más de 102 hectáreas, que se deben sumar a las alrededor de 14 que ocupa la instalación actual, que se inauguró en el año 2008.

Los promotores mantuvieron entonces la potencia prevista para el proyecto, 49,8 megavatios (MW) recurriendo a placas más potentes y a la densificación del área de crecimiento, colocando más placas. Ahora el proyecto, que cuenta con una subvención de la subasta de renovables de 7,2 millones de euros para un coste total de 38 millones, podría volver a reducirse, pero difícilmente añadiendo paneles, que generarían problemas de sombras, sino aumentando la potencia de los previstos.

Cabe recordar que esa importante reducción del proyecto tampoco satisfizo a la sociedad que busca proteger los bienes etnológicos de Punta Nati. Su ambición de mínimos era que la ampliación se redujese hasta menos de 50 hectáreas. Habrá que ver si en las próximas semanas se produce un acuerdo para el que también se sugieren otras actuaciones compensatorias como la construcción de un museo dedicado a los bienes de la zona.