Una pareja pasa frente a una tienda cerrada con el escaparate cubierto de periódicos. | Sergi Garcia

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Mostradores sin luz, persianas bajadas, ventanas cerradas, cristaleras tapadas y puertas con el cerrojo puesto. Suena triste y sabe a frío en cualquier situación que podamos imaginar, pero esta es la descripción que más se ajusta hoy (y desde la tarde de ayer) a las calles del centro histórico de Ciutadella, donde buena parte de los comercios y tiendas locales son partícipes de la última campaña de concienciación que ha impulsado la asociación Ciutadella Antiga.

Con el objetivo de poner en valor la importancia de este tipo de establecimientos, la entidad comercial pretende simular cómo sería Ciutadella si todos ellos se vieran obligados bajar la persiana y para recrear esta imagen les ha animado a fingir su cierre.

La fecha para llevar a cabo la iniciativa tampoco es casualidad. Se acercan fechas muy señaladas para el comercio como el Black Friday, el Blue Monday o la Navidad y, antes de dar paso a semanas de compras compulsivas, Ciutadella Antiga ha colado una sutil reflexión a través de la imagen de un pueblo que, supuestamente, pierde gran parte de su tejido comercial.

Así, en los mostradores de los comercios que se han sumado a esta iniciativa aparecen colgados dos carteles. Uno, muy directo y simbólico con el mensaje de «Ciutadella año 2025».

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