Perspectiva de la urbanización, el primer tramo de la playa y las torres del complejo hotelero Milanos-Pingüinos en primera línea de mar

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Meliá Hotels International presentó este miércoles la demanda judicial contra el acuerdo municipal de suspensión de licencias en el tramo de Son Bou en el que se ubica su complejo hotelero Milanos-Pingüinos. «La empresa y contra su voluntad, no tiene más salida que defender sus derechos», afirma. Ha confirmado que reclamará «responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento, ante una suspensión de licencias que no se sostiene, tal como ya dijo el Consell Consultiu y que la empresa se encargará de demostrar en los tribunales».

La confirmación de esta vía es un escalón más en su intento de llevar adelante la reforma propuesta hace dos años, aunque es improbable que la solución llegue antes de que se constituya la corporación municipal que salga de las elecciones del día 26. Este será sin duda uno de los asuntos de mayor trascendencia a los que deba hacer frente. La compañía hotelera permanece «abierta a desarrollar el proyecto que debe convertirse en el dinamizador de la zona de Son Bou»

El 12 de julio de 2018 el Ayuntamiento suspendió las licencias en la zona de los hoteles. Meliá Hoteles interpuso un recurso de reposición el 6 de agosto siguiente y ante el silencio del Ayuntamiento casi cinco meses después, el 17 de enero de 2019, se interpuso el contencioso administrativo y ayer se formalizó la demanda.

Las obras habían de durar una temporada de invierno y desde entonces han transcurrido dos sin que se haya autorizado la licencia ni se haya esclarecido si puede ser otorgada. La compañía no ha concretado los detalles sobre su reclamación de responsabilidad patrimonial y si existe un calculo de la cantidad de dinero que pedirán.

Durante este periodo se han matenido negociaciones entre técnicos de la empresa y del Ayuntamiento con el objetivo de hallar una solución, que de momento no ha aparecido. El debate, que habría concluido con un acuerdo verbal, planteaba que la empresa presentara un nuevo proyecto de reforma que permitiera legalizar el volumen presuntamente construido al margen de la licencia de 1971.

En ese punto habrían quedado las conversaciones antes de que el 12 de julio finalice el plazo de suspensión de las licencias en la zona. La fecha coincidirá con las primeras semanas de nueva corporación y estreno de la Alcaldía.

Fuentes municipales señalan que se ha trabajado sobre todo en aflorar la legalidad en torno al complejo hotelero. Aducen que sin la información cierta en torno a la licencia, parámetros urbanísticos de la construcción, reformas posteriores y otros detalles no se podía decidir. «Ahora la empresa tiene en su mano adaptar el proyecto», concluyen.