La finca ocupa una superficie de 197 hectáreas y las construcciones objeto de intervención suman 816 metros cuadrados. No están previstas ampliaciones, aunque sí se plantea la posibilidad –pendiente de análisis jurídico– de utilizar para el uso turístico una boyera con un pequeño almacén adosado y un establo situado al este de la casa que son posteriores al año 1956, la fecha límite para la conversión a agroturismo.
Los promotores han incluido estas construcciones en el agroturismo al considerar tienen una estética similar a la de las construcciones tradicionales y que, al ser anteriores a 1989 cumplen con la disposición adicional primera de la Ley Agraria de 2014, que permite la conversión en edificios anteriores a 1991, aunque quedó derogada en enero del año 2018, por lo que el informe técnico del Ayuntamiento de Es Mercadal expone sus dudas en relación a esta actuación.
En la denominada boyera número dos el proyecto prevé instalar cuatro habitaciones. Otras seis –todas con baño están proyectadas en la boyera principal.
Otra está delineada en la primera planta de la casa de payés, donde está previsto ubicar la cocina y el comedor, además de diversas estancias como el hall de acceso, un salón y un despacho. La última habitación, que contará con salón y baño en suite está prevista en los antiguos establos. El complejo también contará con una piscina natural de cien metros cuadrados –el máximo permitido– y otros servicios como un jacuzzi y una zona chill out. La finca Tirant Vell no está actualmente electrificada, aunque lo estuvo, por lo que se estudia la posibilidad de volver a engancharla a la red. En cualquier caso se prevé que el 20 por ciento del suministro se satisfaga con una instalación fotovoltaica.
3 comentarios
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Las políticas seudo comunistas y el PTI prohibitivo retrógrado están estrangulando la isla a pasos de gigante.
Los políticos y la administración están matando la agricultura y ganadería de Menorca y de esto nos arrepentirnos dentro de unos años cuando la mayoría se habrán dado cuenta que esto no es rentable y será imposible que podamos recuperar boyeras e instalaciones.
Nunca he entendido que una Ley Agraria de 2014, adaptada a la realidad, que era subvencionar no producir mas leche pagando desde bastante antes a tanto el litro no producido, (con lo que instalaciones para vacas ya no tenían sentido como en su día dejo de tener sentido el Lazareto), hayan sido derogadas por una ilusión bucólica, poniendo trabas a la adaptación de los pobladores de un territorio a la realidad económica fomentada desde el Poder para dejar de fabricar un producto que hasta entonces era el "modus vivendi" de una parte de esos pobladores. ¿ Que tal si en Suiza pagaran por no fabricar relojes pero les prohibiéramos hacer bisuteria o joyas o estilográficas en sus antiguos talleres de fabricación de relojes? O en Menorca, pagar por no hacer zapatos, pero no dejar hacer abarcas en esos locales . ¿ Qué tal si lo debaten de cara a elecciones en Mayo?.