El acceso a su interior no es complicado puesto que las vallas colocadas en la entrada principal se encuentran desviadas y las puertas de cada negocio completamente abiertas o tumbadas. Así, se han aprovechado para vaciarlos de todo aquello que pueda ser útil. Al parecer se han llevado, sobre todo, lavabos, retretes, luces y, también, madera del suelo, que se encuentra destrozada en algunos de los establecimientos.
Además de la usurpación de todo tipo de materiales el lugar presenta un estado de abandono y suciedad que confirma que, desde que cesó su actividad en el año 2012 no se ha vuelto a gestionar.
«Es una lástima», comenta un vecino con domicilio cerca de la edificación, que se sitúa en Los Delfines, en la entrada principal de la urbanización. Pues pasó de ser una zona (durante cuatro años) de ocio, con unos 3.500 metro cuadrados y un total de cinco restaurantes temáticos, con una amplia terraza, a ser un espacio completamente abandonado desde hace ya siete años, sin señales de interés por parte de algún inversor de cambiar la situación. De modo que lo poco que queda dentro sigue, de momento, al alcance de todos. Aunque lo cierto es que ya no hay mucho donde «rascar», tras un largo tiempo de acceso sin complicaciones.
Propiedad del banco
Los antiguos dueños del lugar, que lo inauguraron en el 2008, lo vendieron a un grupo inversor catalán que, aunque lo intentó, no consiguió reanudar su actividad. A partir de ahí, pasaría a manos del banco. En concreto del BBVA que ha intentado venderlo en alguna ocasión por un precio muy asequible sin éxito.
Así, donde antes hubo veladas de música en directo, diferentes espectáculos, reuniones de moteros e, incluso, combates de boxeo y kickboxing con un público de unas 250 personas, ahora solo queda un espacio algo tétrico, comparado en la zona con una ferretería que funciona al estilo ‘self service', aunque de forma gratuita.
Entre los motivos que llevaron a los empresarios a desentenderse de la Plaza Domingo, predominó, según explicaron, la influencia del todo incluido en los establecimientos hoteleros de la urbanización, lo que se relaciona directamente con la pérdida de clientes. Además, la crisis económica que se sufría en la época también fue detonante de su decisión de ponerlo a la venta.
6 comentarios
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Lo que pasaba hace años, es que cualquiera abria un bar al lado de un Hotel solo vendiendo alcohol de baja calidad , cobrando como marca y se forraba, Eso realmente es lo que hacen los hoteleros ahora, pero con la diferencia de que ellos venden, promocionan y traen a sus clientes, que son sus clientes, la oferta complementaria se dedico durante los años de vacas gordas a sablear a los huespedes de los hoteles, y ahora la consecuencia es el Todo Incluido. No se engañen, no solo los hoteles tienen la culpa del Todo Incluido.
Voler enganar guiris amb producte de baixa qualitat a preu d'or té aquestes coses. En fi..
Los hoteles se están cargando a los hosteleros, con el todo incluido los restaurantes están cerrando. Hace años avían muchos restaurantes en verano y algunos en invierno. Pero hoy en día ya quedan muy pocos. Bienvenidos a Menorca ciudad de vacaciones.
Sembla un barri del Bronx!! Va molt gros per Siudadela!!
... es sintomático que por todos lados, y no sólo en una zona tan degradada como Calan Blanes, se aprecien negocios abandonados en los que sus propietarios se fueron sin ni siquiera quitar carteles, letreros o razones sociales... debería haber una ley que les obligase a ello, pues la imagen que dan es penosa, además de inducir a error a más de un visitante... es de sentido común, si pagaste para que te lo publicitaran, al cerrar el chiringuito, eres el responsable de desmontarlo TODO
Sa veritat que fa pena pasar per alla, s’imatge que dona aquella zona es penosa...