Natalia Roig, nueva presidenta de la FAPMA

Según explica Carnero, el principal motivo que la empuja a dejar el cargo es que ha dejado de pertenecer a una Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), puesto que sus hijos ya no se encuentran escolarizados, requisito imprescindible para formar parte de la Fapma.

Por otra parte, señala que siempre es positivo una rotación de puestos.
Aunque asegura que ha sido una experiencia con responsabilidades y horas de trabajo, Carnero asegura que para ella ha sido un gran aprendizaje. «Estás dentro de órganos de decisión de política educativa y ves como funciona», afirma.

De su mandato destaca las todas las actuaciones llevadas a cabo para el empoderamiento de las AMPA y las familias.

Por su parte, Roig, miembro de la AMPA del CEIP Maria Lluïsa Serra de Maó i de la Junta de Fapma desde hace dos cursos, asegura que su participación en estas asociaciones ligadas a la educación se debe a su «convicción» de que la Educación puede cambiar el mundo y de que las familias tienen «mucho que decir y hacer».