El Cercle Artístic obtiene la licencia para reformar su sede, nueve meses después

Desde el Ayuntamiento recuerdan que se trataba de un proyecto complejo, ya que por un lado es un edificio protegido y por el otro se le concede una doble licencia: de obras y actividad. Asimismo, el proyecto original contaba con una serie de deficiencias, lo que hizo que el Cercle tuviera que hacer unas correcciones, y entregar de nuevo el proyecto al Ayuntamiento, antes de que los técnicos dieran el visto bueno.

Al final las obras empezarán en el mes de diciembre, y se estima que pueden durar unos tres meses. El presidente del Cercle Artístic, Rafel Pallicer confía en que las obras estén listas a mediados de febrero.

Durante este tiempo, el bar del Cercle estará cerrado y las actividades programadas se trasladarán a edificios municipales, informa Pallicer.

El proyecto tiene un presupuesto de unos 200.000 euros. La reforma busca, además de propiciar un cambio de aspecto en el interior del bar, adaptarse a las normativas de seguridad y eliminar barreras arquitectónicas. Así se suprimirán las escaleras de la fachada, y se sustituirán por otras escaleras interiores, unas que llevarán hasta el bar y otras dos a la sala de Jeroni Marquès, en la planta sótano. También se habilitarán salidas de emergencia.

El presidente del Cercle resaltó la necesidad de hacer esta reforma. «Hace diez años que estamos detrás de ello, y es que el edificio ni siquiera tiene licencia de actividad», afirma Pallicer, debido a que «es muy difícil poder cumplir las medidas de seguridad, cuando la fachada está protegida y no se puede tocar, y no se puede crear una salida de emergencia en la parte trasera», ya que da a la muralla del puerto.