Así ha quedado la muralla sin los toldos de los restaurantes. | Lluís Florit

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El muelle sur del puerto de Ciutadella, con la muralla medieval como escenario, presenta una imagen distinta a la habitual, sin actividades, sin servicios y sin las terrazas de los bares y restaurantes. Sin tráfico rodado, sin embarcaciones, y sin toldos enganchados a su telón, recuerda el puerto antiguo de la ciudad de poniente.

Se están dando los primeros pasos para la segunda fase de las obras de reforma integral del puerto que pretenden cambiar su fisonomía. La incógnita sigue siendo qué infraestructuras se reubicarán en sustitución de los toldos de los establecimientos que, para proteger la muralla como patrimonio histórico, no volverán a ser enganchados a la misma.