Imagen de la administración de loterías número 2 de la Plaça d’Artrutx, en Ciutadella. | Gemma Andreu

TW
3

La lotería y los juegos de azar reparten millones pero sus administraciones no han salido de la crisis. Reclaman el aumento de sus comisiones, congeladas desde 2004, y la supresión del gravamen del 20 por ciento sobre los premios, cuyo mínimo exento se aumentó de 2.500 a 10.000 euros con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018. Cerca de 250 loteros de toda España celebraron el pasado fin de semana una convención nacional en Valencia a la que asistió una representante menorquina, una lotera veterana del sector, Joana Pons, de la oficina de la plaza de Artrutx en Ciutadella.

Joana Pons hace 37 años que trabaja como lotera y ha vivido muchos cambios, internet sin duda el más importante, por un lado ha modernizado el negocio y «ayuda en el trabajo» y por otro, se lleva clientes. Pero Pons principalmente reivindica la eliminación del gravamen sobre los premios porque, señala, «ya se pagan impuestos a Hacienda por el negocio de la lotería» y no ve bien «que los agraciados vean reducido su premio». La lotera de Ciutadella cree que ese es un factor que ha influido en la bajada de ventas, «los clientes más mayores dicen que ni después de la Guerra Civil se puso un impuesto en la lotería».

También Luis Miguel Carreras, de la administración Rosario de Maó, es partidario de suprimir ese gravamen. Confía en que el mínimo exento suba hasta los 40.000 euros en 2020, como se acordó en la enmienda a los presupuestos pactada por PP y Ciudadanos antes del cambio de gobierno. «La gente es reacia a que le quiten dinero del premio», apunta. Sobre la crisis cree que se debe a «un cúmulo de circunstancias». La lotería de Navidad por ejemplo se resiente del tipo de turismo nacional que llega a la Isla. En julio este lotero notó una bajada de más del 3 por ciento en las ventas, «fue bastante malo, han venido menos vascos y madrileños», que suelen comprar por adelantado los boletos navideños. En agosto se notó una pequeña recuperación en las ventas de este juego de azar que Joana Pons cree que se está quedando «para la gente mayor». Los jóvenes prefieren juegos más activos (Primitiva, Euromillón, Bonoloto) o las apuestas on line y las salas de juegos.