Residencia militar de acción social de Maó. Distribuida en dos edificios, dispone de 20 habitaciones dobles, 7 de matrimonio y 10 individuales. Los precios oscilan entre los 30,9 euros por día de los oficiales y los 23,2 del personal de tropa. | Gemma Andreu

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Visto desde la sociedad civil es un privilegio, para otros forma parte de la retribución en especie de los profesionales del Ejército por su labor y una tercera versión interpreta que se trata de una asignatura pendiente de la democracia española, que ha permitido a Defensa administrar de forma autónoma el patrimonio militar, una reminiscencia provinente del antiguo régimen.

Sea como fuere, el uso exclusivo para vacaciones de edificios pertenecientes al Ministerio de Defensa se mantiene consolidado y sin visos de cambio. En Menorca hay tres dependencias con esta característica, residencia y uso vacacional para personal del Ejército.

Son los edificios Almirante Miranda y Llaud en la Estación Naval de Maó, y la residencia militar de acción social Mahón, en la Explanada. Los dos primeros cuentan como residencias independientes, mientras que la de Maó se gestiona como centro único, a pesar de distribuirse en dos edificios.

En conjunto suman 110 plazas, aunque su nota distintiva es la plena ocupación entre mediados de junio y mediados de septiembre. Es el periodo más consolidado como vacacional y coincide además con las vacaciones escolares, dos factores determinantes para la elección.

La residencia Almirante Miranda dispone de 25 habitaciones, 23 de ellas dobles y dos individuales, mientras que la «Llaúd» tiene seis habitaciones.

La residencia de la Explanada de Mao dispone de más capacidad, se distribuye en 20 habitaciones dobles, 7 de matrimonio y 10 individuales. Ocupa los dos edificios más próximos a la plaza, perpendiculares a la misma.

Precios

Al contrario que el uso, los precios son públicos, regulados por el Ministerio de Defensa y publicados en el BOE. La tarifa varía en función de la categoría del usuario y oscila entre los 25,60 más IVA (30,9 euros) por día que ha de pagar un oficial hasta los 19,20 (23,2 euros) establecido pra personal de tropa por una habitación doble o de matrimonio en ambos casos. La tarifa exigida a los suboficiales es poco más de un euro que el de tropa. Queda la duda sobre el pago de ecotasa.

El precio constituye un aliciente indiscutible, que se suma al del destino Menorca, uno de los que encabezan las preferencias del turismo convencional en España y en Europa.

Lo corroboran algunas de las valoraciones publicadas por los usuarios de estas residencias vacaciones en internet. Destacan el entorno, el patrimonio, el paisaje y el trato, en línea con el turismo convencional. Aunque también aparecen otros de irrefutable espíritu castrense, como el publicado en internet por un militar que ha descansado en el recinto de la Explanada y que intenta darle un tono poético, «Perfecto lugar del honor patrio español. La brisa del viento resuena como el himno de España», escribe como colofón a sus días de asueto.

El caso de Menorca no es aislado. Este tipo de alojamiento vacacional se extiende por una veintena de destinos donde el Ejército tiene o ha tenido importante presencia, aunque casi todos ellos están ubicados en puntos de la costa. Y, como la oferta de alojamiento vacacional, también las tarifas son distintas, aunque tratándose de precios públicos tan moderados la diferencia no es elevada. Es Fortí, en Palma, por ejemplo, uno de los destinos con más demanda, la tarifa es entre tres y cuatro euros más elevada.

A pesar de que en diferentes ocasiones se ha reclamado este patrimonio por las instituciones y por la sociedad civil para su aprovechamiento municipal, las reticencias de Defensa o el criterio de ponerlo a la venta frenan esa salida. Tampoco prosperó la propuesta más racional de agrupar el uso vacacional en los edificios de la Estación Naval, tal como había sugerido el propio Ministerio.