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Ara Maó pide el fin de la austeridad tras haber saneado la economía local. La formación defiende una autonomía financiera municipal que actualmente se encuentra «secuestrada» por la Ley Montoro y la regla de gasto que corta de raíz cualquier movimiento de los ayuntamientos para que dispongan en libertad de sus propios recursos. Considera la formación que la posibilidad, hasta 2018, de destinar parte del superávit a inversiones financieramente sostenibles «no es más que una cortina de humo» porque «la prórroga no es nueva y porque los ayuntamientos continúan sin poder disponer con total libertad ni del superávit ni del remanente de tesorería».

En el caso de Maó el remanente acumulado ronda los 7,5 millones de euros. «Las cifras del Ayuntamiento no hablan de otra cosa que de una buena gestión municipal, de una disminución de la deuda que pasa de los 11,4 millones a finales de 2015 a los 6,8 y de una reducción del período de pago a los proveedores , además de haber incrementado inversiones y gasto». A pesar de estos esfuerzos, el Ayuntamiento «sigue sin poder contar con su dinero» porque «La ley Montoro es profundamente injusta». Y agrega que «el Estado permite gastar el dinero que es de todos y además dice en qué hay que gastarlo».

La regla de gasto a la que deben someterse los ayuntamientos supone, asimismo, un límite que solo es posible superar «si la entidad local sube impuestos vía ordenanza». Es por eso que Ara Maó entiende que la regla de gasto «debe desaparecer para los ayuntamientos cumplidores y saneados o, como mínimo, es ya imprescindible revisarla en profundidad o modularla».