Captura de pantalla de Airbnb que muestra solo una parte de la extensa oferta insular de habitaciones.

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Más de medio año después de la entrada en vigor de la regulación del alquiler turístico y a pesar de que los propietarios y las plataformas comercializadoras se exponen a elevadas multas por alquilar y ofertar casas sin licencia, la oferta ilegal en Menorca sigue siendo amplia y diversa. Páginas web como la norteamericana Airbnb anuncia cientos de viviendas sin permiso de actividad. Desde grandes villas que, aunque cumplen con los requisitos, están en el mercado sin exponer el número de licencia, hasta casas que en ningún caso podrían obtenerla como pisos, habitaciones e incluso furgonetas.

Basta con una visita rápida a estas plataformas para encontrar anuncios que no cumplen con la normativa. Atrevidos propietarios anuncian sin reservas, con la ubicación exacta del inmueble y profusión de fotografías, pisos en el centro de los pueblos, chalets en suelo rústico, habitaciones individuales y alojamiento en embarcaciones. Corren el riesgo de ser sancionados con hasta 40.000 euros en el caso de que los inspectores del Consell pongan el foco sobre esta actividad.

De momento la apuesta les está saliendo rentable porque la demanda es alta y ajena a la normativa. La plataforma más popular, Airbnb, advertía ayer que para pasar una semana en la Isla a mediados de julio ya están reservadas el 60 por ciento de las casas, lo que no impide que sigan al abasto de los turistas cientos de viviendas con precios como los 74 euros por noche de una furgoneta Camper, los 120 la noche por un piso de dos habitaciones y los casi mil euros por el alquiler completo de una villa de lujo (y sin licencia) a primera línea de mar.

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