Los dos mataderos seguirán activos y con un protocolo de cooperación

Además de la visión insular, principio que ha actuado como motor en la búsqueda de acuerdos, hay voluntad compartida en mantener las dos instalaciones, ambas necesitan inversión para cumplir con los parámetros de calidad y sanitarios que reclama una normativa cada vez más exigente, «calcular esa inversión constituye una de los primeras tareas», asume Joana Gomila.

Para que el impulso no quede en una expresión de voluntad se ha establecido un calendario que pasa por exponer el acuerdo al sector profesional, en primer lugar, y a la administración insular para materializar la solución y evitar o reducir la onerosa carga que el matadero supone para los dos ayuntamientos.

¿Es posible una gestión conjunta? «En esa propuesta trabajamos, si no fuera posible, hay fórmulas como un protocolo de especialización, mejora de las condiciones de trabajo y de precios; en definitiva, se trata de alcanzar una gestión más eficiente», responde Juanola.

En la misma línea se expresa Gomila, quien asume que la gestión conjunta requeriría solventar los déficits que tiene, por ejemplo, el matadero de Ciutadella en establos, depuradora o reducción de despojos. «Pero es importante que vayamos en la misma línea, que el objetivo sea ganar eficiencia y que impliquemos a otras administraciones», declara.

El trabajo conjunto de dos ayuntamientos con el respaldo del Consell es valorado por el director del Fogaiba, quien descarta la opción de recuperar el proyecto de matadero insular único «por su presupuesto astronómico. No cerrar ninguno y trabajar conjuntamente también me parece una lína adecuada», comenta.