Madrid autoriza a Red Eléctrica a colocar el segundo cable marino

La inversión prevista por Red Eléctrica para esta iniciativa ronda los 84 millones de euros, que se deberán traducir en un refuerzo de la garantía del suministro de la Isla, al mismo tiempo que se reducirán las necesidades de producción de la central de Endesa del puerto de Maó, lo que redundará en un incremento del consumo de energías renovables.

El segundo cable submarino tendrá una longitud de 40 kilómetros, de los cuales 12,3 kilómetros estarán soterrados. La profundidad máxima que alcanzará será de 75 metros, con una tensión nominal de 132 kilovoltios. Su trazado irá en paralelo al cable actual, aunque en este caso no atravesará la playa de Cala en Bosc sino que tomará contacto con tierra en una zona rocosa. La necesidad del nuevo cable se hizo patente el año pasado por las incidencias que se produjeron en verano con la infraestructura actual.