Ashome ha presentado un informe que se basa en las quejas de los clientes de los hoteles. | Javier Coll

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El conseller de Movilidad de Menorca, Miquel Preto, tiene sobre su mesa desde el pasado jueves el informe escrito que le ha hecho llegar la patronal de los hoteleros de Menorca (Ashome) en el que detalla las deficiencias del servicio de taxi. Es el resultado de la encuesta que ha llevado a cabo la asociación a partir de la opinión de los clientes que viene a sumarse a la reflejada en este diario el viernes por varios restauradores del puerto de Maó.

Gestión telefónica pésima por el colapso constante desde la centralita unificada del servicio, atención mejorable y esperas que superan los 30 minutos son el grueso de las deficiencias que ha hecho llegar Ashome al Consell Insular de Menorca, consciente de la situación, como apuntaba Preto el mismo viernes. La solución, con vistas a la próxima temporada, pasará por la tramitación de las 38 licencias temporales que ya se planteó hace tres años aunque entonces no cuajó porque los taxistas defendieron que la emisora única supondría una mejor coordinación. En la actualidad son 104 las licencias de taxi repartidas en la Isla, más otras 6 de alquileres de coche con conductor.

Los taxistas no creen que la realidad sea tan negativa como la expone la patronal hotelera para ampliar licencias aunque hará la valoración al final de temporada.

El 95 por ciento de los clientes encuestados por Ashome han tenido incidencias cuando han requerido un taxi. Azuzena Jiménez, gerente de Ashome, ha trasladado al conseller, además de las quejas reseñadas, que «hay taxistas que se niegan a llevar a los turistas a los hoteles rurales, e incluso los han dejado en la puerta del camino de acceso esgrimiendo que está en mal estado o que ensuciará el vehículo».

El viernes es el día más conflictivo por la demanda del servicio ante las salidas y llegadas de turistas. «Las esperas son de al menos 40 minutos, no es que esté mucho peor que otros años, pero no existe la fluidez que sería aconsejable», apunta Joan Melis, director del Blanc Palace, en Ciutadella.

Lluc Pons, recepcionista del Audax, en Cala Galdana, explica que la espera mínima es de unos veinte minutos, «pero es que en ocasiones incluso reservas de la noche anterior llegan con retraso al día siguiente».

«Las licencias temporales sería una solución», apunta Jacinto Salvador, director del Milanos-Pingüinos, en Son Bou, «aunque nosotros tenemos muy buena relación con los taxistas de Alaior y en 15 o 20 minutos están aquí, pero sé que a nivel de la Isla sí hay problemas». Más conciliador se muestra Pedro de Rus, director del Club Falcó, en Cala en Bosc, «esta es una zona masificada pero las esperas no escapan de lo normal».