Un grupo de personas se fija en las ofertas de alquiler y compraventa ubicadas en la fachada de una inmobiliaria, en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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Encontrar una vivienda en la que morar durante la temporada alta –o durante todo el año– se está convirtiendo en casi una quimera para los trabajadores que llegan a la Isla con un contrato bajo el brazo. Los agentes del sector confirman que el mercado está copado y que cuentan con listas de espera de usuarios ávidos de noticias cada vez que aparece una propiedad nueva a un precio competitivo. Y eso que las ofertas, poco a poco, están desapareciendo. Residir en una vivienda tipo de 80 m2 cuadrados de superficie ya ocasiona un gasto de entre 550 y 600 euros al mes en Maó y Ciutadella, lo que se convierte en casi un contratiempo para los trabajadores que cuentan con un salario medio. Así, los últimos datos del Ministerio de Hacienda confirman que los asalariados de Ciutadella deben abonar hasta el 49 por ciento de su nómina para sufragar el alquiler, por el 41 por ciento en Maó. La diferencia estriba en que el trabajador medio en la ciudad de Ponent cobra 3.000 euros al año menos respecto a su homónimo de Maó, que supera ligeramente los 20.000 euros distribuidos en 14 pagas.

Hasta ocho personas

Xiscu Pons es el gerente de Bonnin Sansó, una inmobiliaria con amplia presencia en la Isla. Ayer atendió a «Es Diari» y explicó que «encontrar ahora mismo una casa para pactar un alquiler estable es bastante difícil, la verdad. Nosotros contamos con listas de espera de hasta ocho personas por si sale la oportunidad. Es cierto que hay propietarios que valoran aspectos como el tipo de trabajo del arrendatario, pero el mercado está saturadísimo este año».

Pons explicó que es a finales de septiembre cuando empiezan a «liberarse» propiedades. La huella del alquiler turístico –con plataformas como AirBnB y HomeAway como grandes paradigmas– es bastante alargada y tiene una clara influencia en la escasez de oportunidades de alquileres competitivos para los trabajadores.

7,5 años de trabajo para 'pagar' una casa en Ciutadella

Que el mercado del alquiler inmobiliario de Menorca está copado es toda una realidad, así como lo es la reactivación de los movimientos de compraventa de propiedades. Los precios han bajado de forma sensible durante los últimos años y ahora, poco a poco, están subiendo. Así, según los registros oficiales de tasación que marca el Ministerio de Fomento, una vivienda de 80 metros cuadrados en la ciudad de Maó cuesta una media de 100.240 euros. El mismo tipo de propiedad es más cara en Ciutadella, ya que el precio promedio se sitúa en los 129.040 euros.

Por ello, si se coge como base el salario neto medio de los residentes en las dos ciudades, se confirma que un ciutadellenc debe destinar un total de 7,5 años de trabajo para poder pagar una vivienda, por los 4,9 años que debe trabajar un residente en Maó para poder abonar el coste de adquirir una casa en propiedad sin hipotecas de por medio.

De hecho, se trata de sueldos íntegros, por lo que en la proyección no se tiene en cuenta ningún otro gasto que el trabajador pueda tener durante el año natural. No es de extrañar que la firma de una hipoteca sea un trámite casi obligado para la mayoría de los residentes de la Isla.

La reactivación del mercado es una buena noticia para el sector inmobiliario local. Así, desde Bonnin Sansó explicaron ayer que «es cierto que se está estabilizando otra vez el mercado. Tras años donde los precios han bajado mucho, las tornas están cambiando. Aunque. Eso sí, aún nos encontramos con precios muy competitivos. El que busca algo barato tiene zonas como Andrea Doria en Maó donde se pueden encontrar propiedades sin ascensor a 70.000 euros».

El gerente Xisco Pons también matizó que, sin embargo, el sector que mejor se está comportando es el formado por las propiedades exclusivas, que valen más de 1 millón de euros. Este tipo de inmuebles está volviendo a generar grandes transacciones.