El efecto llamada puede tener su incidencia en la reiteración de suicidios, aunque no hay causa común para poder sacar conclusiones al respecto.

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No existe una causa común que permita extraer conclusiones en torno a la sucesión de muertes por suicidio concentradas en un determinado espacio de tiempo, más allá, si acaso, del efecto llamada que puede tener en personas con problemas de salud mental que acaban quitándose la vida sin haber pasado por ningún protocolo de detección.

Por eso resulta complicado dar con una interpretación al preocupante repunte de casos de autolisis que ha sufrido Menorca en 2017, mientras el Govern balear sigue sin concretar la puesta en marcha de un observatorio contra el suicidio, anunciado el pasado mes de marzo, dentro del nuevo Plan Estratégico de Salud Mental.

En seis meses se llevan registrados siete suicidios, una cifra elevadísima si la cotejamos con los ocho que se dieron durante todo el año 2016. Los psicólogos, además, advierten que por cada suicidio consumado hay 20 intentados, al tiempo que subrayan otros casos, que no aparecen en la estadística como suicidios pero en el fondo lo son.

Las cifras son inquietantes teniendo en cuenta que en 2015 (7) se había producido un descenso sustancial respecto a los dos años anteriores, 2014 (14) y 2013 (13), que han sido los que han acumulado más casos de suicidio en la Isla desde que aparecen registrados en el Instituto Balear de Estadística (1999).

La media insular y balear suele estar situada siempre por encima de la nacional. Alrededor de 8,4 personas por cada 100.000 habitantes es la tasa nacional de autolisis frente a los 8,8 del territorio balear.

Fernando Pérez Pacho, psicólogo, señala que los datos generales indican que en España hay más muertes por suicidio que por accidentes de tráfico. Es, por tanto, la primera causa de fallecimiento no natural que existe. Como especialista en psicología policial, el profesional del Consell, recuerda que «en España cada 20 días se suicida un policía», y manifiesta que «hablar del suicidio sigue retrayendo mucho a la gente cuando es una cuestión a abordar».

El anuncio hecho en marzo por la presidenta del Govern, Francina Armengol, sobre la creación de un observatorio contra el suicidio dentro del Plan Estratégico de Salud Mental concretó que estaría listo este verano pero por el momento se sigue a la espera. El plan, que elaboran 160 profesionales, debe ser «clave» para atajar el «grave problema de los suicidios en las Islas», explicó la presidenta. «Incrementará el servicio en infraestructura físicas» al tiempo que insistió en que el Govern «está comprometido con esta problemática».