El obispo Francesc Conesa, con los periodistas este jueves en El Toro | Javier Coll

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El obispo Francesc Conesa califica de «buena solución» que el Consell y los ocho ayuntamientos de la Isla -a través del Consorci de Residus i Energia de Menorca- asuman la gestión de la Planta TIV (Tratamiento Integral de Voluminosos), pero señala que «debería dar continuidad al objetivo con el que fue creada como empresa dedicada a la inserción social».

Conesa explicó que «la Iglesia debe llegar allí donde pueda, fijando su prioridad en colaborar desde los valores del Evangelio con la sociedad menorquina, que es muy plural y registra una fuerte secularización». Un proceso que resumió en el concepto «descristianización» para el que reclamó la creación de movimientos de laicos comprometidos a través de asociaciones como Acción Católica.

En el primer encuentro con los periodistas de la Isla, convocado con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, celebrado este jueves en El Toro, el obispo de Menorca se expresó con claridad al señalar que «no tengo nostalgia de un tiempo pasado, con una Iglesia que era omnipresente; sino aceptar que estamos en minoría. Somos constructivos e infundimos esperanza y valores cristianos en Menorca desde el Evangelio, dando continuidad al trabajo vivo que he hallado en las parroquias y en los sacerdotes, muy ilusionados y esforzados».

Destacó la «gran actividad que realiza Caritas Diocesana en Menorca, que es mucho más intensa que en otras diócesis con mayor volumen de población». El encuentro con los periodistas tuvo lugar 139 días después de la ordenación episcopal de Francesc Conesa, que manifestó: «Voy descubriendo en Menorca una religiosidad viva y una Iglesia con gran arraigo».