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El Hospital General Mateu Orfila ha llevado a cabo la primera donación de órganos en asistolia controlada, concretamente los riñones y las córneas, desde que el año pasado se pusiera en marcha el programa de extracción de órganos de Baleares, ha informado hoy el centro en un comunicado.

Asimismo, por primera vez, un equipo del hospital ha llevado a cabo una extracción de tejido osteotendinoso del mismo donante, un paciente de 57 años, un procedimiento del cual hasta ahora se encargaban equipos desplazados desde Cataluña.

En la intervención ha participado un equipo de 20 profesionales que han trabajado de manera coordinada para llevarla a cabo con éxito sin la ayuda de ningún equipo externo.

En la extracción renal han participado un urólogo, 2 cirujanos generales y el personal de enfermería del quirófano.

Por otro lado, de la extracción de córneas se encargó una oftalmóloga, y de la de tejido osteotendinoso, dos traumatólogos.

Los dos riñones ya han sido trasplantados con éxito en el Hospital Universitario Son Espases, mientras que los tejidos han llegado al Banco de Sangre y Tejidos de las Islas Baleares en perfectas condiciones y están pendientes de procesamiento, según ha explicado el doctor Ramón Fernández-Cid, jefe del Servicio de Medicina Intensiva y coordinador de trasplantes del Hospital General Mateu Orfila.

Desde 2001 se habían hecho 30 extracciones de órganos y tejidos, pero todas procedían de donantes fallecidos por muerte encefálica.

En la muerte cerebral o encefálica, la causa es una enfermedad que afecta gravemente al cerebro y que permite extraer órganos con el corazón latiendo de forma artificial, lo que permite una perfusión correcta de los órganos hasta el momento de la extracción. En este caso, la causa de la muerte ha sido una asistolia (parada cardiaca) de un paciente que la había sufrido en su casa y, por ello, había ingresado en la UCI, pero con secuelas importantes y complicaciones que finalmente le provocaron la muerte.

«En este caso la extracción de los órganos se hace con el corazón parado y por ello las técnicas de preservación y extracción son más complejas y están sometidas a un límite de tiempo», ha comentado el doctor Fernández-Cid.