El informe detecta distintas patologías en las fachadas, aunque la imagen que ofrecen los revestimientos (aplacados) no sea del todo mala.

TW
16

«Desde el punto de vista estructural, los resultados obtenidos mediante los correspondientes ensayos y tomas de muestras nos indican un buen estado de conservación y la seguridad de su capacidad resistente para asumir las nuevas funciones», que en este caso son la «reconversión en equipamiento sociosanitario». La frase corresponde al informe arquitectónico elaborado por encargo del Govern sobre el estado del antiguo hospital Verge del Toro, que si bien detecta ciertas patologías en los elementos estructurales, se considera que son subsanables, superficiales y no generales.

El informe ha sido elaborado por el arquitecto Joan Enric Vilardell y el arquitecto técnico Jordi Gordillo, con las aportaciones de una empresa especializada. Si bien el documento, al que ha tenido acceso este diario, constata que cualquier actuación en el 'Verge del Toro' reclama «una remodelación en profundidad del interior del edificio», claramente degradado por el desuso y el vandalismo, también subraya «la plena idoneidad» del inmueble para las actividades sanitarias que allí se puedan llegar a habilitar.

Adaptable

Es más. el informe considera que existen condiciones idóneas para darle al edificio un uso sociosanitario, tanto por la actual distribución interna, que sería fácilmente adaptable por la similitud que existe entre el espacio existente y las necesidades de esta hipotética función, como por su localización, entre otras cuestiones. Cabe recordar que en un principio el Govern se ha mostrado reacio, por la verticalidad del edificio, a que el antiguo hospital albergue este tipo de servicio con plazas residenciales, como demandan tanto el Consell como el Ayuntamiento de Maó, ahora reforzados por el informe.

El estudio indica que al estar los elementos estructurales del edificio, como pilares y jácenas, forrados con distintos materiales a tal efecto se ha logrado que, pese al paso de los años y el abandono del inmueble, «a excepción de puntos concretos, se encuentran en un estado de conservación óptimo». Aún así. factores como las filtraciones de agua, tanto internas como externas, o las armaduras desprotegidas, han generado distintas patologías, aunque la inspección realizada no ha dado con «fallos estructurales serios» por este motivo, puesto que en todos los casos «el hormigón interno presenta buen estado de conservación». Se consideran situaciones reparables y superficiales.

El documento valora también la estabilidad estructural del edificio. En cuanto a los cimientos, concluye que la base no presenta ningún motivo de reparo. En cuanto a los pilares, el estudio plantea el refuerzo de 21 unidades de las 123 existentes, aunque siempre apunta que su estado de conservación es bueno, «a excepción de las bases de los pilares de la planta semisótano, las cuales se pueden previamente reparar».

En cuanto a las jácenas, «no presentan signos de fatiga por esfuerzo cortante», aunque no se descarta que una vez se decida acometer una reforma se tenga que llevar a cabo algún tipo de refuerzo a tenor las mediciones realizadas y las exigencias técnicas actuales. Otras cuestiones analizadas, como la resistencia media del hormigón, arrojan resultados óptimos.

Con este informe sobre la mesa, esta próxima semana comenzaran las reuniones entre las administraciones implicadas para empezar a definir el uso del antiguo hospital. El Consell y el Ayuntamiento de Maó apuestan por albergar allí uso residencial asistencial, y se pondrán en breve manos a la hora para definir las necesidades y plantear propuestas ante un Govern que se ha mostrado más inclinado a construir un centro sociosanitario fuera del 'Verge del Toro' para que este edificio se dedique a otros usos sanitarios alternativos.