Las abarcas menorquinas son un producto cada vez más atractivo, un souvenir habitual entre los turistas.

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Las menorquinas están de moda. La producción de abarcas en la Isla aumenta sin cesar en los últimos años, un atractivo que no ha pasado desapercibido para los fabricantes de calzado de fuera de la Isla que usan el reclamo 'Menorca', incluso con el respaldo del Ministerio de Industria, a pesar de no contar con la marca de garantía Avarca de Menorca. Esta situación genera preocupación y sensación de desamparo entre las empresas locales, según manifestó ayer en un comunicado la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca, adherida a PIME.

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El año pasado se fabricaron en Menorca más de 650.000 pares de abarcas. La cifra supone un incremento aproximado del 10 por ciento respecto a 2015. La producción de menorquinas en la Isla no para de crecer. En los últimos cuatro años el volumen de fabricación se ha duplicado, incluso más, ya que en 2012 se comercializaron casi 310.000 pares. Así, el volumen de facturación de las abarcas producidas en Menorca superó el año pasado por primera vez los 10 millones de euros, de los cuales la mitad corresponden al mercado de exportación, una parte de las ventas que cada vez tiene más peso. con presencia en numerosos países de distintos continentes. La asociación menorquina de fabricantes estima que más de 300 personas trabajan directamente en este producto, a lo que hay que sumar los empleos indirectos.

No obstante, este buen momento en la comercialización de abarcas y el empuje que conlleva el amparo de una etiqueta de garantía se ha visto empañado, apuntan desde el colectivo, por «la preocupación del sector ante la utilización y registro de forma indiscriminada del término 'abarcas menorquinas' por parte de empresas no radicadas en Menorca, hecho que conlleva confusión al consumidor final en cuanto a la procedencia del producto».