Los refuerzos de verano del IB-Salut se cubren con personal que ya vive en la Isla

El coste del billete sin certificado de residente para llegar o hacer una salida de la Isla y el precio de un alquiler en verano desaniman a los candidatos que están en la bolsa y son de la Península. El año pasado ya se produjeron renuncias a contratos cortos en enfermería y auxiliares «por eso hay más gente de aquí o que está ya viviendo en Menorca», declaró ayer la presidenta de la junta de personal del 'Mateu Orfila', Magdalena Camps. «Con los médicos siempre es más difícil», añade, «hay menos especialistas y también menos que quieran venir, el colectivo en enfermería es más numeroso».

Las complicaciones se dan cuando se produce alguna baja laboral en pleno verano, porque las vacaciones o las bajas por maternidad se pueden planificar.

«Si se hace la previsión con tiempo y se ofrecen contratos de seis meses es más fácil cubrir las sustituciones, pero si ocurre una baja imprevista en verano, ahí surge el problema», señala Pons, «porque por un contrato de 15 días o un mes, con la incertidumbre de si seguirán o no, hay gente a la que, aunque no tenga trabajo, no le vale la pena porque no encuentra alojamiento o es caro, y el billete de avión también», así que «dicen que sí, y al cabo de unas horas llaman y es que no».

El gerente del Área de Salud, Antoni Gómez Arbona, afirmó ayer, antes de reunirse el comité de seguimiento, que el verano pasado las sustituciones y refuerzos con personal «que tenemos aquí todo el año» funcionó bien, y diferenció la situación de Menorca de la de Eivissa, que «tiene graves problemas de alojamiento».

Añadió que este año el PAC de Canal Salat, en Ciutadella, tendrá tres médicos, y que en la red de Primaria se sustituye por vacaciones al cien por cien en los centros de los pueblos, más pequeños, y en un 70 por ciento en los de Maó y Ciutadella.