Misericordia Sugrañes, a la derecha, en la reunión de alcaldes de este jueves por la mañana. | Javier Coll

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El Ayuntamiento de Alaior aprobó en tan solo tres días una licencia de obras presentada por una sociedad de la que son titulares la alcaldesa Misericordia Sugrañes y su marido, una celeridad inusual que le permitió esquivar los efectos de la anulación del PGOU de 2009, que se produjo pocos días después en aplicación de sentencias judiciales anteriores. La propia Sugrañes explicaba este jueves que se obró con este permiso del mismo modo que se actúa con los expedientes que pueden ver sus intereses afectados por cambios de carácter normativo: acelerando su tramitación. Por contra, Junts per Lô, que ayer divulgó la documentación de este caso, estima que se trata de unos plazos «atípicamente cortos», ya que lo habitual es que estos trámites, de media, se prolonguen por espacio de unos tres meses.

La licencia al proyecto básico para la construcción de una vivienda unifamiliar aislada con piscina en la urbanización Sant Jaume se solicitó el 9 de mayo de 2016, al día siguiente se emitieron los informes favorables tanto técnicos como jurídicos, y el 12 de mayo pasó por una junta de gobierno, convocada de forma extraordinaria, junto a otras siete licencias (ninguna de ellas solicitada más tarde del 19 de abril). La alcaldesa reitera que estas juntas extraordinarias se realizan para evitar efectos nocivos coyunturales para los solicitantes de las licencias. «Siempre hemos hecho lo mismo, con la Norma Territorial, con la Ley del Suelo... Para no perjudicar a nadie, y yo soy una ciudadana normal, como los demás», argumenta.

El posterior proyecto ejecutivo para la vivienda se aprobó el 28 de noviembre, con un informe que acreditaba que había esquivado la anulación del PGOU por haber sido aprobado el básico en mayo. Sugrañes se ausentó de esta junta por incompatibilidad. Con el PGOU ahora vigente no se hubiera podido conceder la licencia, que se tramitó casi en paralelo a otras dos muy similares en la misma calle, ajenas a la alcaldesa.

Explica Sugrañes que no ocultó nada, que era de sobras conocido que estaba al caer la suspensión del PGOU, y cuáles eran sus efectos, y que los técnicos que llevaban el proyecto de la sociedad que comparte con su marido se informaron previamente de los requisitos y los pasos preceptivos, lo que permitió que los informes favorables se emitieran apenas unas horas después de formalizar la petición de la licencia.


Expediente

Sugrañes replica que denegó el permiso sin tener en cuenta que el expediente incluía una licencia que le afectaba directamente, critica a la oposición por «dedicarse a practicar juego sucio» y por no acudir a las juntas de gobierno desde que Maria Camps pasó a ser su portavoz, y asegura que la transparencia es máxima.